El segundo grado que han acordado las juntas de tratamiento de prisiones para los presos independentistas condenados no ha terminado de convencer a muchos sectores del independentismo. La calificación ya ha generado discrepancias entre los socios de Govern, JxCat y ERC. Una controversia a la cual se ha añadido la CUP con voz propia. "El único grado que podemos aceptar es la amnistía para los presos políticos y para todos los represaliados", afirman.

En declaraciones a los medios de comunicación desde el Parlament de Catalunya, el diputado Carles Riera ha señalado que la enésima batalla entre republicanos y postconvergentes no hace más que "generar desorientación y separar el foco de la cuestión central", que según los anticapitalistas tendría que ser luchar por la amnistía. Riera considera que el debate sobre qué grado debería concederse a los presos es una maniobra de distracción y de ninguna manera puede ser la solución.

Más allá de defender con vehemencia la necesidad de una amnistía, la CUP ha aprovechado la comparecencia para volver a cargar contra las dos grandes formaciones independentistas por las negociaciones con el PSOE. Específicamente, los cupaires se han lamentado por el hecho de que JxCat haya aparcado la moción sobre autodeterminación de que se tenía que votar en el pleno de esta semana. Un gesto que demuestra, en palabras de Riera, que "para Junts per Catalunya la autodeterminación también es una mercancía que se puede comprar y vender".