Al día siguiente de conocer que Tortosa ya tiene fecha para decidir qué hace con el monumento franquista a la Batalla del Ebro, la CUP ha hecho un llamamiento a las fuerzas de izquierdas del municipio para que hagan campaña para pedir su retirada. "Instamos al PSC, ERC y Movem-ET que no permitan que esta atrocidad quede en medio del río Ebro", ha reclamado la presidenta del grupo parlamentario de la formación anticapitalista, Mireia Boya. "Hagan campaña pública para la retirada de esta vergüenza monumental", ha apuntado.

Precisamente, Boya fue la encargada de defender la moción, aprobada en la cámara catalana hace un par de meses, que instaba al Ajuntament de Tortosa a retirar "inmediatamente" el monumento conmemorativo de la Batalla del Ebro, ubicado en la pilastra del antiguo puente de la Cinta de Tortosa, sin ningún tipo de "consulta o dilación".

No obstante, el Ajuntament de Tortosa, en manos de Ferran Bel (CiU), ha hecho caso omiso a las reclamaciones de la cámara catalana, así como al posicionamiento del síndic de greuges que también reclama su retirada dado que se trata de una obligación legal que el consistorio tiene que promover, según la ley de Memoria Histórica. "No entendemos por qué se tiene que hacer la consulta, si los expertos y las instituciones ya recomiendan una cosa", ha clamado la cupaire en el atril del Parlament

La pregunta

Mireia Boya ha cargado especialmente contra el redactado de la consulta. En concreto, denuncia que su preámbulo, donde se habla de "monumento a la Batalla del Ebro" es una "auténtica mentira porque sigue fundamentando la desinformación". En este sentido, la diputada cupaire ha recordado que el monumento no es para conmemorar este hecho histórico, sino que "es un homenaje a los caídos de sólo un bando, por lo tanto, es un monumento de exaltación franquista". 

De hecho, lamenta que los partidos democráticos quieran hacer creer que se puede mantener este monumento franquista, el mayor de toda Catalunya, a partir de su "reinterpretación para recordar la paz", tal como prevé una de las dos opciones de respuesta que contempla la consulta que se hará el próximo 28 de mayo. 

"Es un insulto en la inteligencia, a la paz y a la memoria histórica, a todos aquellos familiares que murieron a la Batalla del Ebro y a todos aquellos que tienen abuelos y tíos enterrados en las cunetas y que no los han podido encontrar nunca", ha denunciado.