La cumbre hispanofrancesa del jueves que viene a Barcelona, con la presencia del presidente Emmanuel Macron, es un acto de "propaganda" de Pedro Sánchez. Así es como lo ven desde la CUP, y es por eso que exigen al president Pere Aragonès que no participe, como ha confirmado la Generalitat que hará. El diputado Xavi Pellicer lr ha advertido que "ir es avalar el control del Estado sobre Catalunya" y ha dirigido un mensaje a ERC: "Si ERC es un partido independentista, que quiere garantizar la autodeterminación y los derechos sociales, donde tiene que estar está muy claro". Este lugar, para los anticapitalistas, es la calle: "El 19 tenemos que dar un mensaje claro que el conflicto está abierto y que continuará abierto hasta que no se nos permita hacer un referéndum. Más que llegar a las puertas del MNAC, queremos llegar a las puertas del mundo".

En rueda de prensa este martes en el Parlament, Xavier Pellicer ha denunciado que esta cumbre "quiere demostrar que los Estados están por encima de la autodeterminación de los Países Catalanes" y que los beneficios de la banca están por encima de los derechos de los trabajadores. "Es una cumbre que quiere simular una falsa normalidad y teatralizar que el Estado español tiene un control claro sobre Catalunya", ha remachado el diputado anticapitalista. Y ha culpado al Govern Aragonès: "Pedro Sánchez se ve en condiciones de hacer la cumbre porque ha habido una política de distensión por parte del Govern de la Generalitat".

Por todo eso, los cupero consideran "inaceptable" el anuncio de la participación del president Pere Aragonès. "Exigimos que no asista. Tiene que denunciar de forma clara la persecución política, la negación de los derechos nacionales y de los derechos de los trabajadores," ha asegurado Pellicer. "Participar de esta cumbre es avalar todos estos elementos", ha concluido.

El papel del Gobierno

El Gobierno ya ha adelantado que, como es habitual en este tipo de cumbres, se inviha invitado al president de la Generalitat, Pere Aragonès, a participar el próximo 19 de enero (en principio solo en el saludo), y así lo hará. Ya ha habido contactos entre los dos gobiernos en este sentido. Es habitual la presencia de presidentes autonómicos. En 2006, el entonces presidente Pasqual Maragall participó y ser uno de los protagonistas del encuentro con los presidentes Jacques Chirac y José Luis Rodríguez Zapatero en la ciudad de Girona. Maragall pronunció un discurso donde presentó Catalunya como un "cojín" entre España y Francia. La última cumbre en territorio español estuvo en el 2017 en Málaga. La entonces presidenta andaluza Susana Díaz solo participó del saludo a los presidentes Mariano Rajoy y François Hollande.

Se dará la circunstancia que el presidente Pere Aragonès participará de la cumbre hispanofrancesa y los miembros del Govern se abstendrán de las protestas, mientras partidos y entidades --también ERC-- se manifestarán de forma conjunta en las calles de la capital catalana. Los republicanos no aclaran, sin embargo, qué van a hacer el resto de miembros del Govern de la Generalitat. A pesar de todo, desde La Moncloa no se han inmutado por la convocatoria unitaria contra la cumbre. "La tensión del 2017 es historia", se limitó a decir este domingo el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños.