Más ataques a la negociación entre Catalunya y el Estado. La diputada de la CUP en el Parlament Laia Estrada ha criticado la falta de credibilidad de la mesa de diálogo, que ha tildado realmente de mesa de "monólogo". "Para nosotros no tiene sentido lavarle la cara al Gobierno, en el sentido de proyectarlos como dialogantes cuando no lo están haciendo", ha remarcado Estrada en una entrevista publicada este viernes por Europa Press.

La diputada ha insistido en el hecho de que el diálogo es "deseable", pero que no es posible con el Gobierno. Es decir, respeta que ERC quiera explorar esta vía y ha recordado que se comprometieron a no condicionar su apoyo al Govern para hacerlo. "Si se quieren reunir cada dos o tres meses, adelante. El problema no es este, es que en esta mesa no se habla de lo que se tiene que hablar", ya que se tiene que hablar de amnistía y autodeterminación, según Estrada. Entonces ha subrayado que su partido no participará en este proceso, que ve como una pérdida de tiempo.

Un referéndum después del diálogo

Las conversaciones tienen que durar un máximo de dos años, en teoría. Pero la diputada ha expresado su voluntad de no agotar estos dos años y liquidar la mesa antes. "Cuando lleguemos al punto que ERC dé por liquidada la mesa de diálogo", lo que hay que hacer es celebrar "un referéndum", que es una herramienta más para la confrontación. Un referéndum "unilateral, lógicamente", ha añadido sobre la votación.

Pero de referéndum unilateral ya se hizo uno en 2017, pero Estrada cree que su reivindicación "no es deslegitimar el 1-O". En octubre de hace cuatro años el resultado no se pudo mantener porque no se había hecho el trabajo necesario en materia internacional y de control de sectores estratégicos, según la diputada de la CUP, que pide aprender de los errores.

CUP y Junts, contra las conversaciones

Estrada tiene claro que durante los dos años que dure la mesa de diálogo hay que llevar a cabo un proceso de acumulación de fuerzas con el objetivo de que "ya se tenga el trabajo hecho y no se parta desde cero" cuando finalicen las conversaciones. Esta acumulación de fuerzas se traduce en reivindicar la soberanía del Parlament, defender derechos ciudadanos y crear sectores estratégicos, como una banca y una energética públicas. "No pasemos el tiempo de la mesa de diálogo de brazos cruzados, sino materializando esta confrontación. El nuevo embate tiene que empezar ya, con este choque de legitimidades", ha concluido.

Con esta crítica al diálogo, Estrada se suma a toda una serie de políticos catalanes de Junts que han expresado su rechazo a las negociaciones entre Catalunya y el Estado. La consellera de Justícia, Lourdes Ciuró, se ha mostrado muy escéptica este viernes con la mesa, aunque ha pedido respetar los dos años de margen pactados con ERC.

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El president Quim Torra y la presidenta del Parlament, Laura Borràs / UCE

La presidenta del Parlament, Laura Borràs, el president Quim Torra y el conseller Joaquim Forn también han atacado las conversaciones entre la Generalitat y el Gobierno. Todos ellos dudan seriamente de que el conflicto político en Catalunya se solucione de esta manera.

Esta negatividad no gusta mucho a ERC. La consellera de Presidència, Laura Vilagrà, ha pedido a Junts y la CUP que respeten los acuerdos a los que llegaron. "El dogmatismo, el apriorismo y la división son malos compañeros de viaje. No me pasa por la cabeza pensar que nadie, después de tres meses de firmar un acuerdo, no lo suscribe en este momento. Sería dar palos de ciego si vamos cambiando la estrategia cada día", ha advertido.

 

 

Imagen principal: La diputada de la CUP en el Parlament Laia Estrada / Europa Press