La CUP no quiere participar en un "mercadeo" ni en un "reparto de sillas". Por eso, como ya hicieron al inicio de la legislatura, votarán en blanco este viernes, cuando toque votar nueva presidencia del Parlament de Catalunya después de que Laura Borràs haya perdido el acta. Una decisión que facilitará que la presidencia de la cámara recaiga en Junts per Catalunya y no en el PSC, que ha presentado la vicepresidenta segunda, Assumpta Escarp, como candidata. Los anticapitalistas han dejado claro que harían todo lo posible "si hubiera una posibilidad remota que la presidencia cayera en manos del PSC o un partido del 155".

En rueda de prensa en el Parlament este martes por la tarde, la diputada Laia Estrada ha defendido que "votaremos en blanco, porque no hemos venido aquí a repartirnos sillas ni a participar en el mercadeo de cargos". Y porque no tienen confianza "ni en ERC ni en Junts". Es la misma posición que adoptaron cuando Laura Borràs fue escogida presidenta. En este sentido, Estrada no se ha privado de recordar que Borràs ha perdido el acta de diputada por una condena por prevaricación y falsedad documental. Y ha contrapuesto como la Mesa ha llegado "mucho más lejos" en su caso de lo que hizo ella con el diputado cupero Paiu Juvillà.

Lluís Puig no podrá votar

Será este viernes al mediodía cuando tenga lugar el pleno del Parlamento, con un único punto: la votación de un nuevo presidente o presidenta del Parlament, después de dejar sin efecto el acta de Laura Borràs. Se prevé que dure al menos una hora y media, en una votación que será secreta por papeleta. Eso, según fuentes parlamentarias, impedirá que pueda votar el diputado de Junts Lluís Puig, exiliado en Bruselas. No podrá, a diferencia del resto de plenos y comisiones, donde se habilita un mecanismo de voto delegado.

En el pleno de este viernes, según fuentes parlamentarias, también tendrían que poder tomar posesión los dos nuevos diputados. El primero, Antoni Castellà, que sustituye a Laura Borràs. La segunda, Neus Ramonet, de ERC, que sustituye a Antoni Flores, que murió a los 60 años, causando conmoción en las filas republicanas.

Las indemnizaciones, a debate

La semana pasada, la mesa del Parlament de Catalunya retiró el escaño a la expresidenta Laura Borràs después de que el Tribunal Supremo denegara las cautelares. Este martes se ha publicado en el boletín oficial de la cámara catalana. Y se ha acordado la tramitación de varias iniciativas que buscan poner fin a las indemnizaciones que cobran los expresidentes del Parlament al cesar de sus funciones. La junta de portavoces ha acordado ponerlos al orden del día del pleno de la semana que viene. Antes, este viernes al mediodía, habrá un pleno específico para escoger nueva presidencia de la cámara, a la espera de lo que decida hacer Junts per Catalunya, si proponer otro candidato o expresar su disconformidad.

En estos momentos, los expresidentes, además de una pensión vitalicia cuando se jubilan, tienen derecho a percibir una asignación mensual del 80% del sueldo durante la mitad del tiempo en ejercicio del cargo y con un mínimo de una legislatura. Por lo tanto, Borràs tiene derecho a percibir una prestación de 8.055 euros mensuales, al menos hasta que no se modifique la ley que lo regula.