La defensa del presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, ha pedido al Tribunal Supremo que aparte a todos los magistrados del tribunal que tiene que juzgar el procés, según adelantan El Confidencial y El Español y ha confirmado la ACN.

La semana pasada presentó un escrito para recusar al presidente del tribunal, Manuel Marchena, y al día siguiente hizo una ampliación pidiendo que también se apartara a los otros seis magistrados.

Para hacerlo, se basa en la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) que ha dado la razón a Arnaldo Otegi reconociendo que se le vulneró el derecho a tener un juicio justo por la presencia en el tribunal de una magistrada que no era "imparcial". Ahora, la sala del 61 tendrá que estudiar tanto la recusación de Marchena como la del resto de magistrados. Un hecho que habrá que ver si retrasa el inicio del juicio.

Fuentes jurídicas han explicado a El Confidencial que esta recusación "vuelve a poner en peligro las previsiones de inicio de la vista oral de los presos políticos".

Por su parte, la abogada de Cuixart, Marina Roig, recuerda en el escrito los mensajes del portavoz del PP al Senado, Ignació Cosidó, y por eso pide a Marchena que abandone el caso y hace la petición extensiva a los magistrados Andrés Martínez Arrieta, Juan Ramón Berdugo Gómez de la Torre, Antonio del Moral García, Luciano Varela Castro, Andrés Palomo del Arco y Ana María Ferrer García.

Además de los siete jueces, en el escrito también se carga contra otros miembros de la sala de lo penal del Supremo: "Uno de los últimos magistrados designados para conformar la Sala Segunda, el excmo. Sr. Vicente Magro, fue elegido senador por las listas del Partido Popular y el también magistrado de la Sala Segunda, excmo. Sr. Llarena Conde, fue públicamente sorprendido en una cena el pasado mes de julio, mientras era todavía instructor de la causa, en compañía del Sr. Alberto Fenández Díaz, presidente del Partido Popular de Barcelona y hermano del ministro del Interior de uno de los gobiernos de Rajoy".