Los cuatro CDR ya están en la Audiencia Nacional. Al día siguiente de que la sala de lo penal anulara sus autos de prisión, Guillem Xavier Duch, Alexis Codina, Eduard Garzón y Xavier Buigas han vuelto a comparecer este miércoles al mediodía ante el juez para revisar su situación personal. Los siete miembros de los CDR, acusados de terrorismo, están encarcelados desde hace casi dos meses en Soto del Real. La vista ya se ha celebrado y ahora el juez debe decidir. Las defensas han pedido la libertad y la fiscalía que se mantengan las medidas cautelares.

Ahora el juez instructor, Manuel García Castellón, tendrá que decidir si es procedente su libertad definitiva o, por el contrario, siguiendo el procedimiento legalmente previsto, considera que tiene que mantener la prisión provisional. Para eso tiene que dictar un nuevo auto en este sentido. Y por eso se está haciendo una nueva vista de medidas cautelares.

Con los siete ya en prisión provisional, sus abogados recurrieron ante la sala de lo penal alegando vulneración del derecho de defensa durante aquella vista y pidiendo por ello la anulación del auto que les envió a la cárcel y, en consecuencia, la inmediata puesta en libertad.

Este martes la sala de lo penal estimó parcialmente los recursos de apelación interpuestos por Eduardo Garzón, Guillem Xavier Duch, Xavier Buigas y Alexis Codina, mientras que faltan por resolver los de otros dos recurrentes, Jordi Ros y Ferran Jolis. La sala no se pronuncia sobre los motivos de la prisión que también eran objeto de recurso, al quedar sin objeto como consecuencia de la nulidad decretada.

Defensas denuncian "anomalías"

A la salida de la Audiencia Nacional, la abogada de Alerta Solidària Eva Pous ha denunciado "anomalías" en el procedimiento judicial, como que a pesar de que se hayan anulado las órdenes de prisión se les haya mantenido en Soto del Real y hayan venido al tribunal sin sus objetos personales. "No hay ningún elemento que sostenga las peticiones de prisión", ha reiterado la letrada de los CDR, que ha criticado que la repetición de la vista de medidas cautelares es "una apariencia de derecho más que un derecho real".