Pizza, patatas fritas o tiras de pollo. Estos son algunos de los platos que cada día consumen cerca de 11.500 niños y niñas de la Comunidad de Madrid desde el decreto del Estado de Alarma por el coronavirus. ¿El motivo? A estos jóvenes se los facilitaba la comida en las escuelas porque tenían la Renta Mínima de Inserción (RMI) y con el confinamiento, el gobierno de la presidenta Isabel Díaz Ayuso decidió no retirarlo.

La respuesta no ha gustado nada a numerosos colectivos de padres y madres que consideran que no es una dieta saludable y estos niños y niñas podrán estar dos meses sin probar legumbre, pescado o platos de cuchara. Por eso la FAPA (Federación de Padres y Madres del Alumnado Francisco Giner de los Río) ha presentado una demanda administrativa en la consejería de educación madrileña y una queja al Defensor del Pueblo.

De acuerdo con las pautas marcadas por un nutricionista, han detallado un informe donde alertas de las consecuencias que puede comportar a la salud de sus consumidores. Algunos de los menús semanales que la FAPA ha hecho públicos son: hamburguesa de pollo, patatas fritas; pizza york y ensalada mediterránea; rollito de queso y jamón y ensalada; o tiras de pollo rebozado y patatas. Todo acompañado de refresco y salsas como mayonesa, miel, mostaza o barbacoa, cada comida pasa de las 1500 kcal.

Estos menús los elabora empresas privadas de fast food como Telepizza o Rodilla y también denuncian que los encargados de proporcionar antes de la pandemia estos menús, han sido suspendidos a pesar de cumplir con los objetivos nutricionales y ganar la plaza por concurso público.