El diario americano The New York Times retrata el malestar social que ha causado en toda Europa el éxodo de rostros conocidos en sus casas de segunda residencia durante el confinamiento por el coronavirus. Cuestionan el ejemplo que han dado y como han podido influenciar en el efecto dominó de muchos que decidieron, sobre todo el primer fin de semana, marcharse de las grandes ciudades.

"Egoísta e irresponsable", así es como definen los ejemplos descritos. En el caso español, el rotativo se fija con el expresidente José María Aznar: "Hizo las maletas para marcharse de vacaciones a su chalet de Marbella, un complejo de celebridades en el Mediterráneo". Y detalla lo que ya conocíamos: "Aznar salió de Madrid el mismo día que la capital cerró todas las escuelas y universidades. Su actitud provocó mucha rabia en las redes sociales y una respuesta masiva para bloquear su entrada" a Marbella.

NEW YORK TIMESAznar no es el único mal ejemplo aunque sí es el único político europeo destacado que citan. Si ampliamos la óptica de continente, el diario norteamericano destaca a un jefe de estado: el rey Maha Vajiralongkorn de Tailandia. Visita frecuentemente Baviera donde tiene una villa cerca de Munich y a pesar de la orden de cerrar los hoteles en Alemania, el Grand Hotel Sonnenbichl recibió un "permiso especial para abrir y recibir a la comitiva del rey".

A grandes rasgos, en Francia cifran en 3,4 millones de segundas residencias y el malestar que ya se arrastra en la lucha de clases con el movimiento de los chalecos amarillos. En el caso de Italia, Sicilia recibió cerca de 40.000 personas otras regiones y puso en peligro el sistema de salud de esta zona. Y en Grecia, los alcaldes de las islas del mar Egeo pidieron al gobierno que frenara las llegadas. The New York Times cita las palabras del alcalde de Milos que describió la llegada de residentes de fuera como "caballos de Troya que podrían difundir el virus en la comunidad".