El Congreso ha aprobado el decreto que alarga los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por fuerza mayor hasta el 30 de junio. Ha obtenido el apoyo de PP y Cs así como de ERC, JxCat, el PNV y EH Bildu. Se han abstenido la CUP, el BNG y Vox. Ningún partido ha votado en contra. La oposición ha criticado carencias del decreto y, por eso, se tramitará como proyecto de ley. La derecha española ha aprovechado la presencia de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, para reprochar al ejecutivo el acuerdo con EH Bildu sobre la derogación de la reforma laboral. Díaz ha instado a los grupos parlamentarios a "aprender de los interlocutores sociales" y ha remarcado que son medidas acordadas con sindicatos y patronal lo cual reafirma su "legitimidad y eficacia".
La ministra de Trabajo ha recordado que el decreto "no es un punto final" porque abre la puerta a prorrogar la "protección" más allá del 30 de junio para los sectores más afectados con el diálogo en la comisión tripartita. También ha alabado la "madurez" de sindicatos y patronal y ha argumentado que el diálogo "sirve para asegurar que las bases de la recuperación serán más firmes"
Díaz ha defendido que la medida es "clave" para evitar despidos. "Hemos conseguido por primera vez afrontar una crisis sin recurrir a la destrucción masiva de puestos de trabajo", ha dicho. La prórroga de los ERTE es una "norma evolutiva", "adaptable", que "incentiva la reincorporación al trabajo" y que "garantiza el buen uso de los fondos públicos" con la "cláusula de salvaguardia de los puestos de trabajo", ha afirmado Díaz.
Según la ministra de Trabajo, la fórmula de los ERTE implica la incorporación de España en el sistema de protección de los puestos de trabajo europeo porque consigue "neutralizar el impacto de la anomalía" del mercado laboral de España, es decir, la "precariedad y temporalidad extrema". Díaz ha defendido que los ERTE son una herramienta "imprescindible para caminar hacia la normalización de la economía". "Tienen que ir evolucionando hasta que dejen de ser el núcleo central de nuestra acción", ha dicho Díaz, que ha afirmado que este decreto "marca un retorno pautado de la actividad económica".
Reprochan carencias del decreto
El diputado de ERC Jordi Salvador ha avanzado el apoyo de los republicanos pero ha criticado aspectos del decreto. Salvador ha dicho que "el aspecto que más daño les hace" es que se mantenga la exoneración de cuotas de las empresas a la Seguridad Social, ha argumentado que "no tiene ningún sentido" y ha pedido que se deje de vaciar la caja de la Seguridad Social". Según ERC, hay que compensar esta falta de ingresos con partidas presupuestarias y no préstamos.
El diputado de JxCat Genís Boadella ha defendido que ante la "situación excepcional", su partido entiende que el decreto incluye "una serie de medidas que hacen falta". Sin embargo, Boadella ha dicho que hacen falta "retoques", ha criticado la falta de "planificación" del Gobierno y ha pedido más diálogo con el resto de partidos.
El diputado de la CUP Albert Botran ha criticado que las medidas obedecen más "al mandato de la patronal" que "a los consensos sociales y al sentido común". Botran ha afirmado que el decreto tiene "agujeros" como las excepciones que permiten el despido de trabajadores en algunos supuestos o el hecho que se puedan acoger empresas con filiales en paraísos fiscales.
Derogación de la reforma laboral
El PP o Vox han aprovechado para criticar el acuerdo de la semana pasada con EH Bildu para derogar la reforma laboral. En cambio, el diputado de los independentistas vascos Oskar Matute ha argumentado que es necesario y ha avisado que los ERTE quedarán en un simple "efecto balsámico" si cuando se acabe su vigencia los trabajadores se encuentran con "un mercado laboral cainita".
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