El arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, ha pedido que "se permita a todos a los presos y presas, que ya disfrutan de permisos para salir de la prisión, que puedan pasar lo que resta de confinamiento en sus hogares con la familia (...) como un gesto de generosidad, de humildad y de humanidad". Lo ha dicho en la homilía del oficio del Viernes Santo —la celebración de la pasión y muerte de Jesús— en la Catedral de Tarragona. La referencia, que incluye a los presos políticos, sigue las peticiones que ha hecho el Papa Francisco en relación a los presos durante la pandemia.

El arzobispo ha formulado una segunda petición: que "el Govern, las entidades sociales, y los hombres y mujeres de buena voluntad, encontremos los caminos más idóneos para ejercer solidaridad", como ha adelantado Catalunya Religió.

Planellas es uno de los obispos catalanes que ha visitado a los presos políticos. Lo han hecho los de Girona, Francesc Pardo; de Vic, Romà Casanova, y de Solsona, Xavier Novell. El arzobispo de Tarragona es también es el presidente de la Conferencia Episcopal Tarraconense, que reúne a los nueve obispados catalanes.

Cada Viernes Santo, ha explicado Planellas, la Iglesia ruega contra "el hambre y la miseria" y "por los encarcelados y los perseguidos, por los que son tratados injustamente por los hombres, por los emigrantes, por los exiliados", "por los moribundos y por todos los que sufren".

En este contexto, se ha unido a las referencias hechas por el Papa Francisco recordando "el deber de los gobernantes de velar por la salud de los que se encuentran recluidos en prisión". En el Ángelus del 29 de marzo, el papa dio apoyo al informe de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que preside Michelle Bachelet. Allí se pide la liberación temporal de los presos más vulnerables y por causas menores o políticas. Francisco hizo "un llamamiento a las autoridades para que sean sensibles ante este grave problema y tomen las medidas necesarias". Este lunes, volvió a recordar el deber de los gobernantes de velar por la salud de los encarcelados. Las referencias críticas a la prisión preventiva del Papa son ya antiguas.

En la celebración de la Pasión del Señor se ha añadido este año la plegaria "por todos los que sufren las consecuencias de la epidemia actual: que Dios Padre conceda salud a los enfermos, fortaleza al personal sanitario, consuelo a las familias y la salvación a todas las víctimas que han muerto".

Para responder a la "plegaria ante el clamor y las angustias de todos los hombres y por todas sus necesidades", Planellas también ha pedido que la solidaridad marque este momento y la salida a la crisis. Ese debe ser el referente de los gobiernos y los agentes sociales, incluida la Iglesia, porque "compartir no es sólo algo deseable, sino que es de justicia".

En la homilía, el arzobispo ha explicado cómo la muerte de Jesús en la cruz muestra que "Dios no es ajeno a nuestra historia" y que "se ha acercado y ha experimentado lo que es sufrir, llorar y morir" como muchos experimentan en la pandemia. "En él vemos como concentrado todo el dolor de la historia, en él se encuentran representados todos los que han sufrido y siguen sufriendo: los oprimidos, los inocentes maltratados, los que no han tenido suerte en la vida, los que no han podido disfrutar de la vida, los crucificados de mil y una formas", ha dicho.