Entidades de defensa de las lenguas oficiales de todo el Estado se han plantado esta mañana en el Congreso de los Diputados. El motivo: pedir que idiomas como el catalán, el euskera, el gallego, el aragonés o el asturiano tengan los mismos derechos que el castellano. Lo han hecho a horas que se debatiera una proposición no de ley en este sentido, presentada por partidos independentistas y nacionalistas. Unidas Podemos también ha firmado el texto y dará su apoyo. Pero ahora la cámara baja, una vez debatida la iniciativa, está a la expectativa del PSOE, que tiene hasta el jueves para negociar enmiendas. Será entonces cuando se vote. Los socialistas han expresado sus reticencias alegando "seguridad jurídica" y solo votarán a favor si aceptan sus enmiendas. De momento, es más probable que naufrague.

La PNL está firmada por EH Bildu, el PNV, ERC, Junts per Catalunya, el PDeCAT, la CUP, Unidas Podemos, el BNG, Más País y Compromis, y pide la igualdad lingüística. El primer punto insta al Gobierno a "iniciar todas las acciones para que las lenguas propias diferentes del castellano disfruten del mismo reconocimiento y sus hablantes de los mismos derechos y deberes que se reconocen al castellano". Entre otros puntos, también reclaman el deber de conocimiento por parte de los funcionarios públicos, el fin de la "imposición legal exclusiva" del castellano en la normativa estatal o la recepción recíproca de medios de comunicación dentro de los mismos espacios lingüísticos (como es el caso de TV3 en el País Valencià).

 

Esta mañana, desde las entidades en defensa de las lenguas no las tenían todas con lo que pudiera hacer el PSOE, de quien depende de que prospere la iniciativa. Pocos instantes después, la portavoz socialista Adriana Lastra ha confirmado los malos presagios. Lastra ha avisado de que la proposición no de ley no tiene "suficiente seguridad jurídica" y que algunos puntos del texto son "inconstitucionales", aunque no tengan rango de ley. Por eso ha defendido una enmienda que dé estas garantías jurídicas. Ha avisado de que, si no son aceptadas sus observaciones, votarán en contra el próximo jueves.

Pero durante el debate de esta tarde, y aunque hay margen para negociar todavía, el diputado del PSC, Marc Lamuà, ya ha dado prácticamente por muertas las negociaciones. Lamuà ha asegurado que han intentado "encauzarla" y hacer "un esfuerzo dentro de la seguridad jurídica", pero ha avisado de que "no nos pueden pedir que incurramos en la irresponsabilidad política". Ha lamentado que el texto presentado "tiene imposible su encaje en la legislación vigente sin una reforma legal e inconstitucional". Y ha remachado: "Hemos estado a punto de llegar a un acuerdo, pero ustedes sabían que nuestro límite era la sensación".

¿Y ahora qué? Fuentes socialistas son claras: "Si aceptan la enmienda, votaremos a favor; si no la aceptan, votaremos en contra". Por su parte, Mertxe Aizpurua, de EH Bildu, impulsor de la iniciativa, ha esperado poder negociar una enmienda transaccional antes de la votación del jueves.

El PP también ha presentado enmiendas a la PNL. La diputada popular gallega Ana Vázquez ha defendido que las lenguas no "se imponen" sino que "se respetan". Ha apelado al bilingüismo "sin confrontación ni amenazas". Ha considerado "incomprensible" esta iniciativa, porque abre "una guerra lingüística". Se ha dirigido tanto a los independentistas como a la extrema derecha de Vox. Como era de esperar, ha denunciado que el castellano está perseguido en Catalunya.