Dos chicos han sido condenados a un total de doce meses de libertad vigilada para tirar una piedra a un furgón de los Mossos, en el contexto de las protestas de octubre de 2019 por la sentencia del 1-O, según fuentes de NacióDigital. Ambos jóvenes eran menores de edad en el momento de los hechos, se los acusa por delitos de desórdenes públicos y atentado contra agentes de la autoridad, convirtiéndolos en los primeros menores de edad condenados por participar en las protestas post sentencia del 1-O.

El juzgado número 2 de Barcelona sentencia que los dos chicos tiraron una piedra contra una furgoneta de los Mossos d'Esquadra en Jardinets de Gràcia (Diagonal). Uno de los dos encausados reconoció los hechos y su defensa acordó con la Fiscalía la pena, el juez lo ha sentenciado a tres meses de internamiento terapéutico en un centro semiabierto y un año de libertad vigilada.

Cien horas de trabajo comunitario u ocho fines de semana de arresto domiciliario

El otro joven ha negado siempre todos los hechos y ha mantenido su versión, en la cual explica cómo él se marchó a casa cuando algunos manifestantes empezaron a hacer lanzamientos contra los vehículos policiales, fue en aquel momento cuando los dos chicos se encontraron, aunque no se conocían previamente, y fueron detenidos por cinco agentes de paisano de la policía española.

El juez lo condena a 11 meses de libertad vigilada y prohibición de asistir a toda manifestación, que ya lo ha estado haciendo de manera cautelar. También lo ha sentenciado a 100 horas de trabajo comunitario que puede intercambiar por ocho fines de semana de arresto domiciliario.

La defensa impugna la declaración de los agentes

La defensa del joven presentó un recurso de apelación contra la condena, ya que aseguran que no se puede condenar unos hechos que únicamente han sido probados con la versión de los agentes que los detuvieron. A todo eso, la Fiscalía no ha presentado más pruebas y tampoco se ha identificado el supuesto furgón dañado por la piedra que habrían lanzado.

La abogada de la defensa del chico que no había pactado con la Fiscalía, añade que "una autoridad puede tener presunción de veracidad, pero si dice cosas ilógicas o irracionales, este principio se tiene que romper". Señala claras contradicciones entre las versiones de los agentes y asegura que de los tres agentes que han declarado solo uno vio al chico.

También considera ilógico que los agentes no perdieran de vista al joven entre el lanzamiento de la piedra y el momento en que se encontró con el otro joven, teniendo en cuenta que fue detenido en cuatro calles del lugar donde se produjeron el supuesto lanzamiento.

Imagen principal: Foto de la asentada en Urquinaona justo delante de la línea policial en Via Laietana. - ACN