El famoso artículo 100.2 que se les retiró a los presos independentistas sí lo podrá disfrutar Iñaki Urdangarin. De esta manera, el marido de la infanta Cristina podrá salir definitivamente cada día al exterior para ir a trabajar e incluso tendrá un fin de semana libre al mes. Este legislación interna se aplica a los internos clasificados en segundo grado como paso previo al tercero que todavía recogería más salidas al exterior. Según avanza Instituciones Penitenciarias, Urdangarin trabajará cada día en el centro social Don Orione, en el municipio madrileño de Pozuelo d'Alarcón en Madrid.

La diferencia con el grado de libertad de ahora es sustancial. Actualmente asiste tres días a la semana desde septiembre de 2019. Además, por la noche dormirá en el Centro de Inserción Social de Alcalá de Henares, donde pasará también los fines de semana, exceptuando uno al mes que disfrutará del permiso que tiene concedido. El cuñado de Felipe VI coincidirá con otros internos y trabajará en asuntos de reinserción social. Tampoco se descarta que pueda cursar una especie de buenas prácticas contra sobornos.

"Se reeducará" para evitar más estafas

El objetivo de este programa, denominado PIDECO, es la reeducación del individuo en aquellos factores personales y situacionales que favorecieron la comisión de delito y le facilitaron las herramientas para poder enfocar su vida en libertad con una actitud prosocial. Sería de los primeros reclusos que entraría en este nuevo programa que también lo favorecería a la hora de valorar su buena conducta. El programa tiene una duración de once meses en que se imparten 32 sesiones y encuentros llamados de "justicia reparativa".

La noticia llega después de poco más de medio año en que se le negó la propuesta. El pasado 1 de abril, en plena crisis sanitaria por la pandemia de Covid-19, la Audiencia Provincial de Palma revocó la decisión del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Valladolid de flexibilizarle el segundo grado o régimen ordinario. Urdangarin quería acogerse al artículo 100.2 para tener permisos adicionales de salida dos fines de semana al mes que ahora, finalmente, sí tendrá.

La prisión de Brieva tenía que revisar este mes de julio el régimen de vida de Urdangarin, que fue clasificado en segundo grado desde que ingresó voluntariamente en esta prisión de mujeres hace ahora dos años, para cumplir la condena de cinco años y diez meses que le impuso el Tribunal Supremo por corrupción en el caso Nóos.

El tercer grado penitenciario es el paso previo para la libertad condicional. Hasta ahora, la Junta de Tratamiento de Brieva había rechazado la progresión de grado de Urdangarin, que en este caso tendría autorización para ir a la prisión sólo a dormir de lunes a jueves, aunque previsiblemente estaría en otro centro próximo al domicilio que fije --hasta ahora, Vitoria-- porque la prisión de Ávila no dispone de sección abierta.