Todas las miradas en la B-40. El Quart Cinturó era, hasta mediados de la semana pasada, el principal escollo (según el Govern) que imposibilitaba un acuerdo de presupuestos entre ERC y el PSC. Pero todo eso cambió el jueves, cuando los republicanos anunciaron, por sorpresa, que cedían y darían apoyo a la moción presentada por los socialistas sobre la B-40. El texto pedía impulsar la B-40 entre Sabadell, Terrassa y Castellar del Vallès, y urgía el ejecutivo a tener un papel activo. La enmienda presentada por ERC quedaba rechazada, y el presidente Pere Aragonès admitía que se estaba contradiciendo con esta posición pero aseguraba que ya no había ningún otro "escollo" para las cuentas. Posteriormente, Salvador Illa rebajaba las prisas y anunciaba que las negociaciones se reanudarían el lunes.

Y así ha sido, porque a primera hora de esta mañana los equipos del Govern y del PSC, encabezados por Laura Vilagrà y Alícia Romero, han iniciado una nueva reunión en el Palau de la Generalitat. La expectativa es escenificar el acuerdo definitivo en las próximas horas o días, después de superar la cuestión del Quart Cinturó. Pero es este el punto que más ha irritado a los comuns, que ya tienen un acuerdo con el Govern y han reiterado en numerosas ocasiones que no aceptarán ni este macroproyecto ni tampoco la ampliación del aeropuerto de Barcelona o el Hard Rock. "Si se destina un solo euro del presupuesto para alguno de estos proyectos, nosotros romperemos el acuerdo", ha advertido el portavoz de los comuns, Joan Mena. "Apelamos a la responsabilidad de ERC para mantener intacto el acuerdo".

Contra ERC y el PSC

En la rueda de prensa de este lunes también ha habido espacio para los reproches. Mena ha asaltado a los republicanos, siempre con la B-40 en medio. Así, ha afirmado que, después de la cesión de ERC y del posicionamiento del PSC, ellos son la principal fuerza opositora a la infraestructura. "La única garantía para que no haya macroproyectos como el Quart Cinturó en Catalunya es los comuns. Somos la única garantía para que no se destine dinero", ha dicho el portavoz. Y no solo eso: también ha dicho que "ERC ha decepcionado a mucha gente" con la contradicción, y lanzaba un dardo contra el conseller de Territori, Juli Fernàndez, antiguo alcalde de Sabadell. "Se ha tragado sus palabras a la primera de cambio", ha lamentado, ya que los vecinos se esperaban que el conseller garantizara el rechazo a un proyecto "caduco y obsoleto".

También ha habido espacio para los reproches contra los socialistas, y en particular a su primer secretario. "El jueves tuvimos uno de los últimos episodios de este sainete cuando Salvador Illa reconoció que ha tenido bloqueados los presupuestos de Catalunya por el redactado sobre una autopista", ha señalado. "Catalunya no puede esperar más semanas a que Illa se decida". Y dardos contra las "propuestas alocadas" del PSC que no responden a las necesidades actuales, así como apelaciones para que "deje de marear la perdiz". Joan Mena no ha detallado si cree que el Govern tendría que aprobar las cuentas al Consejo Ejecutivo de este martes para llevarlos al Parlament cuanto antes posible, pero sí que ha advertido que "vamos con mucho retraso".