Los principales sindicatos del Cuerpo de Policía Nacional se revuelven ante la presión para que sean expulsados del número 43 de la Via Laietana de Barcelona. Hace tiempo que crece el runrún para echarles de ahí y esta semana ha habido un movimiento clave. Se trata de la aprobación por parte del Ayuntamiento de una propuesta de ERC que prevé el traslado de la comisaría y la reconversión del edificio en un museo, una reivindicación histórica. La iniciativa ha contado con el apoyo del PSC y eso ha acabado de enervar a las cúpulas policiales. Con todo, los agentes que trabajan en el edificio reconocen a el ElNacional.cat que se trata más de una cuestión política que policial y que "tanto da estar en la Via Laietana como en la Verneda".

La Jefatura Superior de Policía, una sede propiedad del Estado, se ha convertido en un símbolo tanto de partidarios como de detractores. Tal como señala a este diario uno de los policías que están destinados ahí, "se ha convertido en el manifestódromo de Barcelona". Ha sido el epicentro de las protestas contra la sentencia y la posterior represión policial de los disturbios, pero también han desfilado por la zona los defensores del papel de los antidisturbios del CNP. El propio Pedro Sánchez se desplazó hasta las dependencias de la Via Laietana para dar apoyo a los agentes.

De esta manera, pues, se entiende la dimensión política del debate. Desde Jupol, el sindicato mayoritario que ha protagonizado varias manifestaciones para aplaudir las sucesivas actuaciones policiales -por ejemplo la del 1-O-, ya han puesto el grito en el cielo. Aseguran que no hay ningún motivo funcional ni operativo que justifique el traslado y denuncian que se les está utilizando como moneda de cambio electoral a raíz del acuerdo PSOE-Podemos. Y que el acercamiento de Sánchez a ERC y Bildu conduce a un cuestionamiento de su trabajo. Fuentes del ministerio de Interior han apuntado a Europa Press que no hay planes para mover la comisaria. 

Denuncian que los socialistas los humillan

En este sentido, se manifiestan especialmente molestos con los socialistas, a quienes acusan de querer "humillar a la Policía Nacional" a través de un "ataque intolerable contra una de las instituciones más valoradas del país". En un comunicado, el Sindicato Unificado de Policia reniega de la actitud del PSC. En el escrito enumeran no sólo el voto favorable a la expulsión de la jefatura del centro de Barcelona y la solicitud de traspaso de titularidad del edificio, sino también su abstención en el pleno del Parlament de la semana pasada que cuestionaba el uso de pelotas de goma por parte de la policía española en Catalunya -unos proyectiles que los Mossos d'Esquadra tienen prohibido utilizar.

En el mismo documento exigen al gobierno en funciones de Pedro Sánchez "un pronunciamiento inequívoco y una defensa cerrada de los 65.000 policías nacionales" y también "que deje claro, sin equidistancias, que no cederá ante las pretensiones de los que buscan la salida del CNP de Catalunya para disfrutar de la impunidad necesaria cuando cometan delitos".

Este mismo miércoles, coincidiendo con el 44.º aniversario de la muerte del dictador, Òmnium Cultural, la Fundación Josep Irla, la Asociación Catalana de Expresos Políticos del Franquismo y la Asociación Cipriano Garcia han organizado un acto con el lema "Via Laietana: basta impunidad" que pide también liquidar la comisaría y construir un museo sobre la lucha antifranquista.