El Colegio de Abogados de Madrid (ICAM) no dará amparo al abogado de Carles Puigdemont, Gonzalo Boye, después de que hace unos días lo pidiera alegando que había recibido "amenazas, injurias y calumnias" por la demanda presentada en Bélgica contra el juez Pablo Llarena. Lo ha anunciado el abogado en un tuit tildando la decisión de "previsible".

Este jueves la junta de gobierno del Colegio de Abogados de Madrid estudiaba la petición de amparo de Boye que, finalmente, ha sido denegada. La junta ha emitido un comunicado donde dice que no concurren "hechos objetivos que hipotéticamente pudieran justificar su concesión" y apunta que las expresiones "con tintes injuriosos" que ha recibido el abogado han sido a través de redes sociales y no en sede judicial y, por tanto, no pueden ampararle.

Según el escrito, en la petición de amparo de Boye "no está determinado en qué faceta del ejercicio profesional se ha podido ver impedido, perturbado, inquietado o donde radica el supuesto ataque a la independencia y la libertad profesional".

De hecho, justo el mismo día que Boye presentó su petición de amparo, el decano del ICAM emitió un comunicado con una encarnizada defensa del juez del Supremo y alabándolo como un magistrado "inamovible, responsable e independiente". Eso hacía que el abogado del Govern en el exilio ya no confiara mucho en la posibilidad de que se le otorgara el amparo.

Esta mañana, antes de conocerse la decisión, Boye ha cargado contra José María Alonso Puig, el decano del ICAM, a quien ha acusado de haber causado "un gran mal" al Colegio y a la Abogacía Española. Según Boye, Alonso Puig ha hecho declaraciones y ha tomado decisiones que "pueden tener ciertas repercusiones internacionales".