Quince días de campaña se hacen largos para candidatos que tienen que charlar durante horas. Mítines, conferencias, coloquios, entrevistas, tuits, posts en Facebook, debates... Llega un punto en que, para no repetirse, intentan decir lo mismo de forma diferente y parece que digan todo el contrario. Eso cuando no intentan por todos los medios evitar posicionarse. Incluso Ciudadanos, que presume de tener un discurso claro allí adonde va, se resiente de la duración de la campaña electoral y, de hecho, de dos campañas seguidas.

Ni una cosa ni la contraria

Un caso claro ha sido el de Albert Rivera. El candidato de Ciudadanos en pocas horas ha emitido dos discursos totalmente contradictorios. Al mediodía, en el coloquio Primera Plana ha rechazado "dar apoyo a un gobierno de perdedores", con lo cual asumía que, como mínimo, se abstendría en la investidura del PP si fuera la fuerza más votada. En cambio, por la tarde, en la conferencia Barcelona Tribuna ha asegurado que "no dará apoyo a un gobierno del PSOE o del PP". Rivera, sin embargo, ha dicho en alguna ocasión que para él abstenerse en una investidura no es dar apoyo a nada. Esta falta de claridad ha generado controversia en la red:  
No es la primera vez que Ciudadanos incurre en este tipo de ambigüedades y, de hecho, ha reconocido alguna, como la referencia de su programa electoral a la violencia de género. También ha sido ambiguo el discurso del candidato de la formación naranja en Barcelona, Juan Carlos Girauta, con respecto a acuerdos con Podemos. En varios actos de campaña se ha mostrado abierto a pactar reformas con Podemos, mientras que en el debate de TV3 aseguró a Xavier Domènech, de En Comú Podem, que los de Pablo Iglesias nunca contarán con el apoyo de Ciutadans "para alianzas, ni investiduras, ni nada", en la línea de lo que ha dicho Rivera en el Primera Plana.