Ciutadans está buscando una nueva sede en Barcelona pero, según han asegurado a Efe fuentes del partido, no tiene nada que ver con el desastre electoral del 14 de febrero, sino con el hecho de que el edificio que ocupan en la céntrica calle Balmes no reúne las condiciones sanitarias que se requieren en este tiempo de pandemia de Covid-19.

Estas fuentes explican que quieren un espacio que se pueda adaptar mejor a las necesidades derivadas de la covid porque el inmueble actual, por ejemplo, no permite abrir las ventanas para ventilar y los espacios son muy pequeños. Por este motivo, han recordado que para la campaña electoral alquilaron "una sede" para poder reunirse sin poner en riesgo la salud de las personas.

Se han puesto en el trabajo para encontrar un lugar que cubra todas estas necesidades que ellos consideran, pero si no la encuentran, "compatibilizarán" la sede de Balmes con otro espacio de alquiler como hicieron durante la campaña.

Han insistido en que no se trata de una cuestión económica porque a sus presupuestos ya tenían descontada una bajada de escaños (perdieron 30 al quedarse sólo con seis) y, de hecho, las mismas fuentes han asegurado que la formación naranja repetirá superávit en sus cuentas.

Hacia la irrelevancia

Si Ciutadans ya fue bastante irrelevante en la política catalana a pesar de haber ganado las elecciones del 21-D, esta legislatura tiene peor pinta. Con sólo seis diputados y sin ninguna mayoría de la cual formar parte -ni hay mayoría unionista ni hay mayoría de derechas españolistas- el partido naranja parece que quedará relegado a la irrelevancia, y ahora a remolque de Vox.

De hecho, ya se está viendo con las negociaciones para la formación del Govern. Mientras PSC, ERC, JxCat, la CUP y los comuns mantienen encuentros para la composición del nuevo Govern y Parlament, Ciutadans no tiene nadie con quien reunirse. El único encuentro al cual fueron invitados, que era para hacer un cordón sanitario en Vox, lo rechazaron para no incluir la candidatura de Laura Borràs en el veto.

La última acción de Ciudadanos para, precisamente, ganar un poco de protagonismo ha acabado con fracaso. La justicia decidió archivar la denuncia que el partido interpuso contra el conseller de Interior, Miquel Sàmper. Lo acusaban de desproteger a los Mossos en el marco de los disturbios por las protestas contra el encarcelamiento de Pablo Hasél.