Ciudadanos ha salido a la sala de prensa del Congreso minutos después de que ERC haya llegado a un preacuerdo con el Gobierno. Y la escena no ha podido ser más esperpéntica. El portavoz de Cs, Edmundo Bal, no sólo no se ha levantado de la mesa sino que ha negado que haya ningún acuerdo entre La Moncloa y los republicanos. Por el contrario, se ha felicitado porque ellos han pactado con el PSOE una enmienda transaccional para una "tarjeta sanitaria única" en todo el Estado. Bal se ha comprometido a "trabajar para que este acuerdo con ERC no se consume". Ha reiterado que "las dos vías", la de Cs y la de ERC y Bildu, "son incompatibles".

El portavoz adjunto de la formación ha salido al atril a presumir de sus "éxitos" negociadores. Son principalmente dos. El primero, que el Gobierno no ha "vetado" el debate de sus enmiendas, una posibilidad que tiene cuándo suponen una aminoración de los ingresos o un aumento del gasto. Las "principales líneas naranjas", ha dicho, "han superado esta fase". El segundo "éxito", que han pactado una —única— enmienda transaccional con el PSOE para que haya una tarjeta única sanitaria en todo el Estado, una vieja reclamación de la formación. Eso es todo lo que ha podido vender.

Pero ha sido suficiente para venderlo como un acuerdo con el Gobierno. En cambio, ha contrapuesto Emundo Bal, "ERC no tiene ningún acuerdo con el Gobierno", sino que sólo es un preacuerdo y no hay ningún papel firmado. Dicho esto, el dirigente de Cs se ha comprometido a "trabajar para que este acuerdo de ERC no se consume". Ha recordado que es "incompatible" una fotografía final de los presupuestos donde salga Ciudadanos y también ERC y EH Bildu. Y ha insistido: "Nosotros intentaremos desbaratar estos acuerdos con ERC y Bildu, y haremos lo que haga falta para que estos presupuestos sean buenos para los españoles". No se levantarán de la mesa porque quieren "negociar hasta el final".

El de ERC es el tercer movimiento en esta partida de ajedrez, que empezó EH Bildu, sometiendo a ratificación de sus bases la propuesta para votar a favor. Le ha seguido esta mañana el PNV, anunciando su voto favorable. La realidad es que, con estas tres formaciones, el Gobierno ya no necesitaría de Ciudadanos dentro de la ecuación, como pretendían los socialistas. Preguntado sobre si siguen siendo "incompatibles" con la formación de Arrimadas, el portavoz republicano Gabriel Rufián ha respondido: "Si firman esto, están muy desesperados o han dejado de ser un partido de derechas".