En las encuestas recientes se está observando un cierto cambio de paradigma. Hoy ha sido el barómetro del CIS el que ha pronosticado un importante retroceso de los partidos que gobiernan España, de hasta un punto y medio, en valores inferiores a enero de este año, cuando se constituyó. También pierden fuerza algunos socios del Gobierno de coalición, como ERC. Por el contrario, la derecha y la extrema derecha recuperan una pequeña parte del terreno, que sube casi dos puntos y medio. El barómetro se ha hecho coincidiendo con la aprobación de los presupuestos en el Congreso, la regularización de las tarjetas opacas del rey emérito o la crisis migratoria de las Canarias.

Con los datos encima de la mesa, el CIS vuelve a pronosticar una victoria sólida del PSOE de Pedro Sánchez, que no obstante perdería nueve décimas respecto de hace un mes, hasta el 29,5%. En cambio, el PP de Pablo Casado se consolidaría como segunda fuerza, con el 19,2%, seis décimas más que noviembre y a diez puntos de los socialistas. La extrema derecha de Vox sería la tercera fuerza, con ocho décimas más, hasta el 14%. El otro socio de La Moncloa, Unidas Podemos, también perdería comba: del 11,4% de hace un mes al 10,8% de ahora. Ciudadanos ganaría un punto, hasta el 10,5%, muy cerca de la formación de Pablo Iglesias.

Así, por bloques , los dos integrantes del Gobierno sumarian el 40,3% de los votos, sin tener en cuenta a sus socios. Es un punto y medio menos que ahora hace un mes. En cambio, la triple derecha subiría 2,4 puntos más, hasta el 43,7%.

Con respecto a las fuerzas independentistas catalanas, ERC sería la primera, con el 2,9% de intención de voto en el conjunto del Estado, tres décimas menos tras apoyar las cuentas del Estado. Por el contrario, Junts per Catalunya se mantendría estable en el 1,7% de los sufragios. La CUP subiría ligeramente, una décima, hasta el 0,8%. Un fenómeno diferente al de los partidos vascos: mientras el PNV pierde una décima, hasta el 1,4%, el nuevo papel de EH Bildu le hace ganar medio punto, hasta el 1,2%.

Todos los líderes suspenden

Como ya es una tónica de los últimos años, ningún líder político español aprueba el examen de los ciudadanos. El que mejor parado sale es el presidente Pedro Sánchez, con una nota de 4,4 sobre 10. Por detrás se sitúan Inés Arrimadas (3,6); el jefe de la oposición, Pablo Casado, que mejora imagen (3,4); el vicepresidente Pablo Iglesias (3,3), y el dirigente ultra Santiago Abascal (2,3).

Con respecto a la confianza, la mayoría tampoco confía en el presidente del Gobierno: sólo el 28,3% tiene una imagen favorable, mientras el 68,7% tiene "poca o ninguna confianza".

La crisis económica, principal problema

Preguntados sobre cuáles son los principales problemas de los españoles, el 42,6% de los catalanes sitúan la crisis económica entre los dos primeros problemas. Por detrás se sitúan la crisis sanitaria (38%), el paro (28,1%), los "problemas políticos en general" (22,1%), el "mal comportamiento de los políticos" (20,3%) y la sanidad (19,1%). Sólo el 1,4% cita la independencia de Catalunya entre sus principales preocupaciones.