El desenlace de Albert Rivera ha sido un camino paralelo al del marido de Inés Arrimadas. Todo el entorno o exentorno del partido de Ciudadanos no está de suerte. Xavier Cima ha acabado su etapa laboral en la consultora de comunicación donde trabajaba, Kreab, y según adelanta The Objective, la motivación ha venido dada por un despido: "Cada vez trabajaba menos, su valor era mínimo y sumaba poco valor a su dirección". Cima llevaba tres años en Kreab donde parece que la representación de su mujer en Ciudadanos también ha pasado factura. Los naranjas están en horas bajas y todo apunta a que "tenía un nulo valor la presencia de Cima como miembro con reputación" actual.

Cima, que también viene de la política, ya hace constar en su propio Linkedin que acabó su contrato el pasado mes de diciembre como Digital Policy Director. Su currículum asegura que es extenso y uno de los próximos caminos que podría emprender es el de la oratoria. De hecho, él mismo se define como un "conferenciante experto en técnicas de liderazgo" y también lo hemos podido escuchar en algunas tertulias en los medios para hablar de temas que pueden ir de los sociales, a los políticos o económicos, sin ningún tipo de especialización. En paralelo, hay que recordar que precisamente se trasladó a vivir a Madrid cuando esta empresa lo fichó el año 2018. Así pues, el lugar de residencia a partir de ahora también podría ser un factor a tener en cuenta para él y su familia, con una Arrimadas que todavía tiene que ir al Congreso de los Diputados. Entonces, se vendió como un gran fichaje: "La incorporación de Xavier Cima refuerza las capacidades de la firma para seguir siendo una referencia al sector de la economía digital. Su rol será fundamental para dar respuesta a las necesidades de los clientes de este ámbito, que piden profesionales sólidos y cualificados con el objetivo de dar respuesta a retos que plantea el desarrollo tecnológico," destacaba el socio de Kreab, Jaume Olmos.

Rivera se marcha por la puerta de atrás

De momento, silencio desde esta empresa. Muy diferente a los días que está viviendo Rivera, lejos de la gloria y también el reconocimiento. La marcha de Albert Rivera del despacho de abogados Martínez-Echevarría está muy lejos de tener un final pacífico. Albert Rivera y José Manuel Villegas reclaman al bufete el pago de las retribuciones fijas y variables correspondientes a los cinco años, de 2020 a 2025, del contrato que firmaron y, además, una reparación por valor de 500.000 euros para cada uno por haberlos acusado públicamente de "baja productividad". La respuesta a estas peticiones ha sido contundente por parte del despacho de abogados, que las califican de inaceptables y ofensivas, según ha adelantado El Confidencial. Las diferencias que hay entre ambas partes apuntan que acabarán en los tribunales.

La reclamación de las retribuciones hecha por Albert Rivera y José Manuel Villegas por los tres años que no han trabajado, que algunas fuentes apuntan a que subirían a más de 450.000 anuales, supone cobrar una indemnización por valor de 500 días por año trabajado, cuando el que fue líder de Ciudadanos defendió que la indemnización por despido tendría que ser de 20 días por año trabajado. A esta petición se suma ahora la indemnización reclamada por los dos por los daños morales que, aseguran, les han causado las afirmaciones sobre su nula productividad.