La Comisión Permanente del CGPJ ha informado favorablemente para que el juez del 1-O, Juan Antonio Ramírez Sunyer, reciba la Cruz de San Raimundo de Peñafort, la más alta distinción para un juez, a título póstumo. La propuesta está impulsada por la Junta de jueces y juezas de Penal de Barcelona y ha sido el TSJC quien lo ha hecho llegar al CGPJ. La imposición de la medalla, sin embargo, dependerá de la aprobación final del Ministerio de Justicia.

Ramírez Sunyer murió el pasado 4 de noviembre y era el titular del juzgado de instrucción 13 de Barcelona, responsable de investigar los preparativos del referéndum. Entre otros méritos, los jueces destacan "la independencia, la imparcialidad e integridad", así como por su "tarea callada y constante en el cumplimiento de los deberes judiciales".

El presidente del Tribunal Supremo y del mismo CGPJ, Carlos Lesmes, aseguró después de la muerte de Ramírez Sunyer a través de una carta, con un tono muy personal y de amistad, que cambió el rumbo de España.

La comisión permanente también ha informado favorablemente para conceder el mismo reconocimiento a Luis Fernando Martínez Zapater, que fue magistrado de la sección séptima de penal de la Audiencia de Barcelona y murió en diciembre de 2017.