Unas 120 personas se han manifestado delante la sede de ERC para reclamar a las formaciones independentistas, que en las elecciones del 14 de febrero alcanzaron una mayoría tanto en votos como en escaños, que lleguen a un acuerdo. "ERC y JxCat, la paciencia se ha acabado" ha sido uno de los eslóganes llamados por los manifestantes.

También han llamado consignas contra los republicanos, a quienes han tildado de "botiflers" y "traidores", después de que Pere Aragonès anunciara este fin de semana que la formación apuesta por gobernar en minoría. Según el republicano, después de 83 días de negociación, no existe "predisposición" de los junters para alcanzar un acuerdo de Govern.

Simpatizantes de Puigdemont

Los asistentes, que se han convocado a través de las redes sociales, han llamado consignas a favor de la independencia y del presidente Carles Puigdemont, líder de JxCAT. "Puigdemont mi presidente" es uno de los lemas que también han coreado los manifestantes, que iban con esteladas.

La concentración, que ha empezado a las 19.00 horas y ha finalizado a las 20.30 horas, ha obligado a la Guardia Urbana de Barcelona a desviar el tráfico en la calle Calàbria, donde se encuentra la sede de los republicanos.

Después de dos legislaturas de gobernar conjuntamente, se ha creado unas tensiones entre ERC y JxCAT entre las dos formaciones que, de momento, no se han podido solucionar con más de dos meses de negociaciones. "Se han evidenciado las enormes dificultades para generar consensos y confianzas", manifestó el sábado Jordi Sànchez, secretario general de los junters.

Después de dos investiduras fallidas, los republicanos requieren sellar un acuerdo que garantice que Pere Aragonès asuma la presidencia antes del 26 de mayo. En caso contrario, se tendría que volver a celebrar elecciones. De momento, los republicanos han pactado con la CUP y tienen garantizado el apoyo de los nueve diputados anticapitalistas, que no entrarán en el gobierno.

Hasta ahora, la prioridad de ERC era alcanzar un acuerdo con las formaciones independentistas, pero la incapacidad de llegar un pacto con Junts ha comportado que se abra a negociar con otros partidos. En este sentido, este lunes se han reunido con los comunes, que han mostrado su voluntad de entrar al Ejecutivo a la vez que han puesto como línea roja que los republicanos no negocien con los junters. De momento, sin embargo, ERC prefiere iniciar la legislatura en solitario y, más adelante, estudiar si incorporan a algún socio dentro del Govern.

Con todo, el apoyo de los comunes y de los cupaires no garantizan la investidura de Aragonès, que necesitará que cuatro diputados de JxCAT o del PSC voten a favor del republicano y la resta del grupo se abstenga. Ahora bien, el PSC se niega a esta posibilidad, mientras que los junters han prometido en las bases que no darán apoyo a un Govern no independentista.