Contundente repaso el que ha hecho el líder de la oposición, Carlos Carrizosa, al Govern y su máximo representante, el vicepresident Pere Aragonès, en el debate sobre la gestión de la Covid-19 que se ha hecho este miércoles por la mañana en el Parlament.

"Querían la independencia y son el gobierno autonómico más incompetente de España", ha lanzado Carrizosa en un discurso que no ha dejado ningún espacio para la tregua. El líder de Cs en Catalunya lo tiene claro: "No hay diferencia entre ustedes y los peores gestores que pueda haber en España".

Según ha denunciado, los sectores afectados "han sido muy responsables" y, por el contrario, no han recibido ninguna ayuda del Govern. "La primera fase de la reapertura llegó tarde. Muchos no pudieron volver a abrir sus negocios, ya que no tenían recursos materiales ni humanos para hacerlo. ¿Ustedes piensan que un negocio puede sobrevivir un mes y medio cerrado sin recibir ingresos ni ayudas?", ha criticado.

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El gobierno de Ayuso no ha cerrado bares ni restaurantes durante la segunda ola de la Covid / Foto: Efe

Madrid y Castilla y León, los ejemplos a seguir

Carrizosa ha puesto como ejemplo a seguir en la gestión de la pandemia los gobiernos autonómicos de Castilla y León y Madrid, de los cuales Ciutadans forma parte. En relación al supuesto dumping fiscal que hay en la región que gobierna la popular Isabel Díaz Ayuso, Carrizosa lo ha negado y ha contraatacado asegurando que "lo que hay en España son infiernos fiscales e identitarios".

"Dejen de freír a impuestos a las clases medias y multar a los que rotulen sus negocios en castellano. En Madrid somos unos referentes de la gestión de la pandemia para estos colectivos. Se han mantenido abiertos los comercios y los restaurantes respetando las medidas de seguridad", ha contrastado.

En Castilla y León, Carrizosa se ha vantado que el gobierno cerró negocios con consenso con los sectores afectados y destinando ayudas de 290 millones de euros. "Y allí el presupuesto es de 10.000 millones, no como el de Catalunya que es de 33.000 millones. Pero claro está, allí el gobierno consiguió el dinero porque no tiene gastos como la NASA catalana o la televisión más cara de todas con diferencia", en referencia a TV3. Más tarde, sin embargo, Aragonès ha matizado que estas ayudas están hechas, muy mayoritariamente, a través de créditos. "Es lo que no quieren los sectores de aquí", ha dicho.

En la misma línea que Carrizosa, el líder del PPC, Alejandro Fernández, ha reclamado este miércoles al Govern tener la "mirada abierta" para aplicar experiencias que han funcionado en otras comunidades, como Madrid, y no actuar en clave electoral a la hora de gestionar la pandemia del coronavirus.

Iceta, portavoz de patronales y sindicatos

Por su parte, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, ha reclamado a Aragonès que atienda la petición de Foment, Pimec, UGT y CCOO e impulse medidas para compensar a los sectores afectados.

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Miquel Iceta durante su intervención en el pleno de la Covid / Foto: Sergi Alcàzar

El líder socialista ha denunciado que el Govern no está utilizando todos los recursos al suyo abarca para paliar las medidas de la crisis y ha criticado "la división interna y los mensajes contradictorios" en el sí del Ejecutivo.

Iceta ha celebrado también la aprobación que se prevé de los presupuestos españoles y ha insistido en la lluvia de millones que supondrá: una transferencia a Catalunya de 24.000 millones de euros provenientes de los fondos europeos que tendrán que servir, según ha dicho, para mejorar el sistema de rastreo de contactos.

Comuns y CUP insisten en las medidas

En la misma línea se ha expresado la diputada de los comuns Marta Ribas, que ha pedido al Govern que planifique, que aumente el gasto social y que aprenda de los errores, porque según su opinión el Ejecutivo catalán no ha hecho todo el que puede hacer frente al Covid: "Planifiquen, gasten y rectifiquen los errores del pasado".

La diputada de la CUP Maria Sirvent ha pedido este miércoles acompañar las restricciones para hacer frente a la pandemia con medidas sociales y tejer una "nueva institucionalidad" para afrontar la crisis provocada por el coronavirus y los retos que tiene la sociedad catalana.