De los 991 heridos que el mismo 1-O tuvieron que ser atendidos en los centros sanitarios, ya sean CAPs u hospitales, 23 tenían más de 79 años y dos eran niños menores de 11. Es uno de los datos que recoge el informe sobre la atención médica en los lesionados durante las cargas policiales el día del referéndum que concluye que, en total, 1.066 requirieron atención médica: 991 lo hicieron el mismo domingo, mientras que 75 fueron al médico aquella misma semana, hasta el día 4. La gran mayoría, el 82,5%, de los heridos el día del referéndum sufrieron contusiones o policontusiones, y el diagnóstico leve se dio en un 83% de los casos. En los días posteriores, el 93,3% de los atendidos respondían también a contusiones o policontusiones.

Por edades, la franja de entre los 41 y los 65 años concentra casi a la mitad de los heridos durante el referéndum, mientras que en torno al 40% fueron mayores de 18 años pero menores de 40. El 10% restante se dio entre el grupo de mayores de 65 años, mientras que solo un 2% de los heridos eran menores de edad.

5 de los heridos durante la jornada del referéndum se clasificaron en diagnóstico grave. Se incluye el paciente que sufrió un infarto y que esta semana ha recibido el alta, y el chico que sufrió heridas en el ojo como consecuencia del impacto de una pelota de goma. Dentro de esta clasificación, también se encuentran tres casos de traumatismos. Uno de estos es un caso atendido en el Hospital Plató, por traumatismo craneoencefálico y abdominal con crisis hipertensiva, otro de traumatismo craneoencefálico con pérdida de conciencia atendido en el Hospital Santa Caterina y otro de traumatismo en el hombro y traumatismo muscular de trapecio derecho, atendido en Sant Pau.

De entre los atendidos el 1-O también destaca que en 64 casos la causa fueron lipotimia o hipotensión, en 36 ocasiones, y crisis de angustia o ansiedad, en 28.

De entre los 75 heridos que fueron atendidos entre el 2 y el 4 de octubre, también hay dos casos graves. Uno, la fractura de fémur tratada en el hospital de Sant Pau, y un caso de policontusiones y heridas que fue tratado en el CAP La Ràpita.