El curso escolar del año 2021-2022 ha sido de todo menos sencillo. Y aún menos para el conseller de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, que ha visto como se le plantaban delante varios obstáculos, como la situación de la pandemia y el frente judicial del TSJC y su imposición del 25% de castellano en las aulas. Ahora bien, este curso será recordado, sin duda, por el enfrentamiento entre la comunidad educativa y los sindicatos, de un lado, y el departamento que dirige Cambray, del otro. El anuncio del adelanto del curso este próximo septiembre, sumado a otras decisiones posteriores y las quejas por la falta de diálogo entre las dos partes, han puesto en marcha varios meses marcados por las huelgas educativas y la previsión de un inicio de curso que será de todo menos tranquilo.

Una realidad que no ha pasado desapercibida entre los partidos políticos, los cuales también hace bastante tiempo que presionan a Cambray en ruedas de prensa e intervenciones en el atril del Parlament. Este martes, han sido tres los grupos que han querido interpelar al conseller para poner de manifiesto el descontento que existe: el PSC, la CUP y los comuns se han pronunciado de forma consecutiva para criticar varias decisiones del titular de Educación y su gestión. Pero Cambray ha respondido en los tres casos esquivando de lleno las quejas.

Con respecto a las reacciones de los sindicatos y de la comunidad afectada, el conseller ha querido centrarse en recordar que este ha sido un curso marcado por la pandemia. "Solo hace un mes y medio que no llevemos mascarilla", ha lanzado. "En el mes de enero tuvimos un impacto muy importante que generó cansancio y frustración". Más allá de los efectos de la Covid, también ha reconocido que hay malestar porque "se arrastran recortes" desde 2008, que ha defendido que Educación trabaja para revertir. Solo en algún momento ha reconocido que hay una parte de los afectados que están descontentos con las políticas de su Conselleria, pero incluso entonces ha remarcado que "eso siempre ha pasado si miramos la hemeroteca" porque "los cambios no gustan nunca a todo el mundo". E incluso ha lanzado ataques a los sindicatos, lamentando que desde febrero "han dejado la silla vacía" en las reuniones entre las dos partes.

"Estamos mejor de lo que hace dos o diez años"

Los tres-cuartos de hora de discurso de Cambray también han estado plagados de su habitual retórica en defensa de los proyectos que está trabajando el departamento de cara al 2022-2023 y haciendo caso omiso a las críticas de los partidos. "El próximo curso damos respuesta a demandas históricas: reducimos las ratios, revertimos los recortes y hacemos gratuita la escolarización infantil 2", ha subrayado. "Impulsamos medidas que son buenas para todo el alumnado, sobre todo aquel en situación de vulnerabilidad". Con eso, el conseller también ha defendido contundentemente que Educación actúa con un "horizonte claro" y que "ha acordado los cambios con la comunidad educativa".

Esta es, precisamente, una de las cuestiones más discutidas, pero el titular se ha defendido en todo momento. "No encontrarán ninguna actuación de la Conselleria en que haya falta de diálogo. Hemos hablado durante meses con las patronales del ocio, con los Ayuntamientos y con los docentes", ha dicho. Y, como en otras ocasiones, ha vuelto a explicar que el adelanto del curso escolar fue decidida por el departamento, y que posteriormente se ha puesto en marcha las conversaciones "con todo el mundo", porque es una decisión "buena" para el alumnado. "No se puede decir que ahora el sistema educativo esté peor de lo que hace dos años o hace diez años, porque está mejor. Tenemos más recursos que los que hemos tenido nunca, y queremos más, pero evidentemente no se puede hacer todo al mismo tiempo".

PSC, la CUP y los comuns calcan las críticas

Desde la bancada de los socialistas, Esther Niubó ha descrito el 2021-2022 como un curso "muy complicado por la falta de diálogo, la improvisación, la falta de planificación y la incapacidad de buscar acuerdos", añadiendo que es un clima de malestar que hace años que no se vivía y alertando de la situación que presenta septiembre. Incluso ha pedido al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, que intervenga para solucionar la situación. Por parte de la CUP, Nogay Ndiaye ha lamentado un curso catastrófico, remarcando la "falta de diálogo y la no voluntad de llegar a acuerdos", la "falta de inversión al sistema público" y la "privatización de la escuela pública". I Joan Jordan, de los comuns, ha criticado que Cambray utilice siempre el mismo mantra para defenderse de las críticas. "Hay muchos retos para Educación, muchos errores y mucho menosprecio, por lo que esperamos un cambio radical". Con todo, tres discursos prácticamente idénticos.