La justicia, en el punto de mira. Así se ha pronunciado hoy, durante el pleno del Parlament el conseller de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, que ha instado a la comunidad educativa a manifestarse "en contra de los tribunales" por la imposición del 25% de castellano en las escuelas. En este sentido, el titular del departamento ha criticado nuevamente la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya de acabar con la inmersión lingüística obligante a aumentar las clases en castellano, y ha pedido que esta decisión sea, precisamente, la que se critique en las manifestaciones y las huelgas. El sector educativo ha convocado una huelga para el 23 de marzo y, en esta línea, Cambray quiere que se cargue principalmente contra la sentencia.

El conseller ha sido interpelado en dos ocasiones para lamentar la decisión del departamento educativo de avanzar el inicio del curso este septiembre. El diputado de la CUP, Carles Riera, le ha preguntado si "piensa escuchar la comunidad educativa", que se ha pronunciado repetidamente en contra de la medida, y lo ha instado a negociarla. Similarmente, la diputada del PSC, Esther Niubó, lo ha acusado de "imposición y falta de diálogo". "Deje de incendiar la escuela. El Govern exige diálogo, pero no lo practica Catalunya adentro".

Pero Cambray ha mantenido su línea habitual, rechazando las críticas. "No hay nada más alejado de la realidad, no hemos menospreciado a nadie, hemos practicado el diálogo y el consenso con todo el mundo". Así, ha asegurado que la propuesta de avanzar el inicio del curso escolar hacía "años" que se planteaba, y que ahora lo han acabado aplicando. "Hay cuatro informes que dicen que las vacaciones son demasiado largas. Tenemos el consenso al 100% que es una buena medida para el alumnado".

En este sentido, ha avisado de que la decisión ya está tomada y que no darán ningún paso atrás, pero que sí que tienen la intención de negociar con el mundo educativo la manera como esta medida se aplica. Y ha reivindicado que la propuesta tiene como objetivo mejorar las condiciones de los alumnos: "Es una medida de equidad para el alumnado vulnerable". Además, el profesorado tampoco se verá perjudicado, según el conseller, ya que "no afecta a los derechos laborales de nadie".

Ayer era Ciutadans quien atacaba

En el pleno de ayer, el diputado de Ciutadans, Nacho Martín Blanco, lanzó varios dardos al conseller por el avance del inicio del curso tan pronto como inició su interpelación. El naranja afirmó que las últimas semanas han sido "duras" para la credibilidad de Cambray. "Se lo ha ganado en polvo", dijo. E incluso hizo uso de la ironía, utilizando el argumento del conseller de defender la inmersión lingüística como un elemento de "consenso" a la sociedad. "Hoy, en Catalunya, el consenso mayor que ha relacionado con el mundo educativo es que Usted dimita", aseveró.

Como hoy, Cambray afirmó que la medida se había tomado en la línea de lo que indican los informes de la Conselleria de Educación, y que buscan ayudar especialmente al "alumnado vulnerable", como ha vuelto a hacer. Además, rechazó que su departamento no haya apostado por pactar la decisión con los afectados: la decisión la ha tomado el Govern, pero ahora este se asegurará de cómo ajustarla y cómo hacer efectivo su despliegue con el apoyo de las partes implicadas.