El rey Felipe VI no tiene que pedir perdón a nadie por la conquista de México. Por lo tanto, no lo hará. Así lo ha asegurado este martes la vicepresidenta española Carmen Calvo desde Madrid, después de que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador enviara una carta al monarca reclamándole que pidiera perdón por los abusos cometidos ahora hace 500 años.

"El Gobierno ha reaccionado como corresponde a un país del prestigio del nuestro: con una posición clara", ha defendido Carmen Calvo, que ha añadido: "El rey Felipe VI no tiene que pedir perdón a ningún país y no ocurrirá eso. Lo ha dejado claro el Gobierno en su comunicado".

Después de hacerse pública la carta enviada por López Obrador, el Gobierno lo lamentó "profundamente" en un comunicado este lunes por la noche, y señaló que "rechaza con toda firmeza" su contenido. "La llegada, ahora hace quinientos años, de los españoles a las actuales tierras mexicanas no puede juzgarse a la luz de las consideraciones contemporáneas", aseguraban desde Moncloa.

En esta línea, desde el ejecutivo de Sánchez sostienen que "nuestros pueblos hermanos han sabido siempre leer nuestro pasado compartido sin ira y con una perspectiva constructiva, como pueblos libres con una herencia común y una proyección extraordinaria." Y reiteran la "disposición para trabajar conjuntamente" con las autoridades mexicanas y "seguir construyendo el marco adecuado para intensificar las relaciones de amistad y cooperación existentes".