El alto representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, ha negado este jueves en la Eurocámara que la UE cediera ante las presiones de China para rebajar las críticas contra este país por sus campañas de desinformación. "No nos hemos doblegado ante nadie", ha asegurado.

The New York Times publicó el lunes que Borrell había rebajado las críticas de un informe del Servicio Europeo de Acción Exterior contra la política de desinformación china sobre la pandemia después de que un diplomático alertara de las presiones de las autoridades de Pekín.

Este jueves el alto representante ha tenido que comparecer en una sesión extraordinaria de la comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo para informar sobre este asunto y ha admitido que China sí expresó su preocupación por vías diplomáticas, cuando se filtró el documento interno en que señalaba las maniobras de propaganda.

No obstante, ha rechazado que el Servicio de Acción Exterior de la UE modificara su informe para contentar a Pekín.

"No se cedió y nadie puede demostrar que se cediera", ha asegurado el responsable de la diplomacia de la UE. En relación a los documentos publicados por The New York Times para demostrar las diferencias entre la primera versión y la que finalmente se publicó, Borrell ha asegurado que se trata de documentos diferentes que obedecen a diferentes procesos.

El alto comisionado ha asegurado que las quejas expresadas por China son "el pan de cada día" en diplomacia. "En la UE también lo practicamos todos los días. Lo hacen otros actores y nosotros lo hacemos con nuestros socios, estoy familiarizado con eso", ha argumentado ante los eurodiputados.

Borrell ha explicado que los diplomáticos chinos no estaban contentos con el documento interno y tampoco quedaron contentos después de la publicación del informe. Ha asegurado que no se cedió a ninguna presión, que hay consideraciones que no se pueden hacer públicas porque afectan a temas delicados y se tienen que tratar con mucha atención.