El expresidente del Congreso de los Diputados José Bono ha recriminado este martes a Emiliano García-Page la tranquilidad con la que critica el trabajo del Gobierno de Pedro Sánchez. Lo ha hecho en el Ateneo de Madrid, en la presentación del libro Zapatero, el legado progresista, del periodista Manuel Sánchez. La moderadora del acto, la también periodista Esther Palomera, ha recordado que Bono admitió haber dejado de ser ministro por la discrepancia con el Estatut de Catalunya; y le ha preguntado si ahora también haría lo mismo debido a la ley de amnistía. Ha evitado pronunciarse, para no desestabilizar al ejecutivo actual del PSOE. "No imagino salir a la calle a manifestar discrepancias con alegría con mi partido", ha manifestado. Ha reconocido de esta manera, sin embargo, no estar a favor de la norma que tiene que reparar la persecución judicial a independentistas.

"Si ahora hubiera un ambiente político más tranquilo, me atrevería a hacer excursiones dialécticas, pero yo no he venido aquí a hacer excursiones"; ha argumentado el expresidente de Castilla-La Mancha (cargo en manos actualmente de Page). No obstante, ha afirmado que nunca hay que estar milimétricamente de acuerdo" con todo lo que plantea tu partido político. Por ejemplo, ha reconocido haber discrepado siempre "del modelo territorial de Zapatero". "A medida que me hago mayor, me gustan menos las fronteras", ha señalado.

Bono, por otra parte, ha lamentado que catalanes y vascos adopten a veces el papel de "víctimas", porque "víctimas son los pobres que vienen en patera o los que necesitan solidaridad". "Un rico catalán se parece más a un rico madrileño que a un parado catalán", ha aseverado entre aplausos del público.

No ha hecho acto de presencia José Luis Rodríguez Zapatero, por mucho que haya sido el protagonista. Tanto José Bono como el autor del libro, Manuel Sánchez, han definido al expresidente del Gobierno como el mayor impulsor de medidas sociales e igualitarias de la actual etapa democrática en España.

El pasado mes de febrero, Emiliano García-Page volvió a dejar claro que es la voz más crítica contra el liderazgo de Pedro Sánchez en el PSOE. "La camiseta del PSOE no es una camisa de fuerza", afirmó al presidente de Castilla-La Mancha. Respondía de este modo a las críticas que le lanzó la ministra María Jesús Montero después de que el presidente manchego pidiera una reflexión a Sánchez por las elecciones gallegas. Montero reprochó a García-Page sus críticas declarando: "Uno tiene que saber cuál es la camiseta de su equipo".

El líder socialista en Castilla-La Mancha hace tiempo que mantiene relaciones tensas con sus compañeros de Ferraz. Algunos responden con más contundencia, como Montero, y otros con menos. Por ejemplo, antes de las elecciones gallegas, Sánchez afirmó que su relación con Page era buena. Además, el presidente español añadió que lo tiene en "buena consideración" como "un buen político y un buen activo del PSOE", al ser el único socialista que gobierna con mayoría absoluta después de las últimas elecciones autonómicas.