De momento, parece que el Gobierno tiene bien encauzada la negociación para los presupuestos del Estado. Mañana previsiblemente verá tumbadas las enmiendas a la totalidad de hasta siete formaciones, entre las cuales JxCat y la CUP. No sólo eso, sino que incluso empiezan a salir los números. Este miércoles ha sido EH Bildu quien se ha mostrado dispuesto a avalar las cuentas de Sánchez e Iglesias, "si no se tuercen las cosas". Esta posición abarata el precio de Ciudadanos, que ahora fija la enmienda de ERC sobre la inmersión lingüística como línea roja en las negociaciones con La Moncloa. Quieren que el castellano sea considerado lengua vehicular en la escuela, también en Catalunya. El anuncio de la izquierda independentista vasca ha sorprendido por llegar tan pronto.

En una entrevista este jueves por la mañana en Radio Euskadi, Arnaldo Otegi ha asegurado que la formación abertzale está dispuesta a votar favorablemente a estos presupuestos "si no se tuercen las cosas" entre hoy y el día de la votación final, que el Gobierno espera que sea antes de que acabe el año. "A día de hoy Bildu considera de manera sólida la posibilidad no sólo de facilitar los presupuestos, sino de tener una actitud proactiva y favorable para que se aprueben", ha afirmado. Ha puntualizado que el acuerdo no está cerrado, pero que "se ha adelantado lo suficiente" como para avanzar que están dispuestos.

Las reacciones de La Moncloa no se han hecho esperar. Ha sido Pablo Iglesias, quien ha celebrado que la "disponibilidad" de la izquierda abertzale para votar a los PGE "es una buena noticia". El vicepresidente segundo del Gobierno ha defendido en un tuit que "demuestra responsabilidad y compromiso para avanzar con políticas de izquierdas". Y ha concluido: "El bloque de la investidura se refuerza y será de legislatura y de dirección de estado".