El BBVA pagó varias celebraciones de diferentes unidades de la policía española a cambio de colaboración con la entidad bancaria. Así lo afirma La Razón que ha tenido acceso a diferentes correos electrónicos que forman parte del caso Villarejo.

Estas concesiones a los policías, que superan los 75.000 euros, están prohibidas por la normativa interna del BBVA y, por eso, el banco inició una investigación interna, según se ha informado al juez de la Audiencia Nacional que investiga el caso, Manuel García Castellón. Ahora bien, a pesar de la investigación interna el BBVA consideró que no se tenía que sancionar a los trabajadores responsables de pagar estas fiestas.

Santos Ángeles Custodios

El banco había pagado celebraciones de la fiesta de los Santos Ángeles Custodios, el patrón de la policía española. Entre los agentes que habrían aceptado regalos habría dos de los imputados en el caso Tándem: los comisarios Carlos Salamanca y Enrique García Castaño.

El citado diario asegura que tanta Salamanca como García Castaño fueron los encargados de recibir las donaciones para la Comisaría del Aeropuerto de Madrid-Barajas y la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO) que depende de la Comisaría General de Información (CGI). Los comisarios firmaban los recibos que podían incluir cantidades que oscilaban entre los 200 y los 3.000 euros.

Además, el banco ha informado a la Audiencia nacional otras donaciones, entregadas por el exjefe de Seguridad del BBVA Julio Corrochano. Estas donaciones serían de muebles y ordenadores, valorados en 600 euros.

Los jamones

Entre los documentos aportados por el BBVA sobre las donaciones al caso Villarejo también hay un albarán con un abono de 10.000 euros. Este dinero se destinó a comprar jamones para regalar a los agentes de policía españoles durante las fiestas de Navidad.

Según un correo electrónico, el BBVA explica que estos abonos se hicieron por "el alto nivel de colaboración" de los agentes con el banco.