La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha abierto la legislatura con un discurso donde ha emplazado a los diputados a actuar con "respeto" y desde el "diálogo leal". En una cámara fragmentada y con más opciones políticas que nunca, ha recordado a los diputados la "gran responsabilidad que acompaña el ejercicio del poder" y la necesidad de utilizar con "prudencia" la confianza en que han otorgado a los ciudadanos. "El legislativo es el poder que procede directamente de la voluntad popular, una gran responsabilidad" que "exige trabajar para cumplir con las finalidades u objetivos de la tarea parlamentaria de representar a los ciudadanos para desarrollar las funciones que la Constitución atribuye al Parlamento".

El discurso de Batet ha cerrado la sesión constitutiva en el Congreso donde se ha elegido la nueva Mesa (con mayoría progresista y por primera vez presencia de Vox) y donde ha mantenido un enfrentamiento con los líderes del PP, Vox y Cs, que le han reprochado que haya dado por buenas las promesas de los diputados independentistas y de Podem que, a su entender, incumplen la Constitución.

Batet ha replicado que ha respetado el reglamento de la cámara baja así como la jurisprudencia del TC y ha citado dos sentencias que, ha argumentado, avalan una "interpretación integradora" de la forma de tomar posesión. También ha afirmado que la JEC avaló las fórmulas de acatamiento diversas de la anterior legislatura y ha rechazado permitir un debate sobre el tema en el hemiciclo.

Poco después y ya en su discurso institucional, Batet ha recordado la "complejidad" de la sociedad que se traduce en un Congreso fragmentado. "La calidad de nuestro trabajo depende de muchos factores, pero hay uno esencial: el respeto". Este "respeto", ha dicho a la presidenta del Congreso, "es un valor sustantivo y exigente", que "impone contención". "Hoy en el Congreso puede parecer que la fragmentación hará estéril el diálogo, pero el diálogo es en la política lo que el trabajo de investigación básica es a la ciencia", ha concluido.