Nuevamente el acatamiento de la Constitución española ha sido uno de los momentos más polémicos de la constitución del Congreso de los Diputados. Pablo Casado ya había advertido a Meritxell Batet de que no permitiera determinadas fórmulas de promesa o juramento, como la de los independentistas, que han hecho referencias a los presos políticos y la República. Las protestas y murmullos se han ido repitiendo durante el tiempo que ha durado. El show ha empezado incluso antes de que empezaran los acatamientos. La derecha ha salido en tromba cuando ha acabado y ha amenazado con los tribunales.

Los diputados de Esquerra Republicana han utilizado la fórmula "por la libertad de las presas políticas y hasta la constitución de la República Catalana, por imperativo legal". Los de JxCat han prometido, también por imperativo legal, "con lealtad al mandato democrático del 1 de octubre y al pueblo catalán por la libertad de los presos y exiliados". Los de la CUP "con lealtad primera y última a la soberanía del pueblo catalán y por imperativo legal". Los de Bildu han hecho referencia a "la Republica Vasca", a una "Navarra soberana" y a una "Euskal Herria libre".

Ya antes de empezar todo, la portavoz del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, ha interrumpido a la presidenta Meritxell Batet para recordarle "el espectáculo humillante" de mayo y ha denunciado que no tenía intención de hacer nada. "Le ruego que se lea la resolución de esta presidencia de 1989 y la sentencia del TC de 1990", le ha exigido. Le ha recordado que "no pueden acompañarla cláusulas que vacíen, limitan o condicionen su contenido".

Pero Batet le ha dicho que "se puede quedar tranquila" al respecto. "No haré una aplicación arbitraria, sino jurídica", ha asegurado la presidenta de la cámara. En este sentido, ha subrayado que aplicaría "toda la normativa vigente","en toda su interpretación", para "garantizar los derechos fundamentales". Le ha recordado también la resolución reciente de la Junta Electoral Central sobre la interpretación amplia.

A los dos minutos, Meritxell Batet ya se ha visto obligada a avisar, ante las quejas de algunos diputados, de que no interrumpiría el procedimiento, y que las protestas serían escuchadas al final del acto de acatamiento de la Constitución. 

Y así se ha producido. Al terminar, la derecha ha salido en tromba. Pablo Casado ha denunciado lo que considera "un espectáculo que ataca el orden constitucional" y ha anunciado que presentarán un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional. Santiago Abascal ha dicho que los diputados independentistas y nacionalistas han logrado "ilegalmente" la condición de diputados y ha anunciado "acciones legales" e ir a los tribunales para dirimir responsabilidades. Inés Arrimadas ha criticado que "se ha dicho que España es una dictadura y que hay presos políticos".

 
Sin embargo, Batet no se ha movido de su posición. A los tres diputados de la derecha ha respondido leyendo párrafos de varias sentencias del Tribunal Constitucional y de la JEC. Ha reivindicado una "visión integradora" de los derechos fundamentales.
 

"Por las trece rosas"

Las fórmulas de los diputados de En Comú Podem también han sido diferentes y diversas. Mientras el portavoz Jaume Asens se ha limitado a prometer el cargo, otros diputados lo han hecho "por las trece rosas" (Gerardo Pisarello), "por un país verde y donde todo el mundo tenga derecho en la vivienda" (Laura Campos) o "por un país donde el amor gane el odio" (Joan Mena, Mar García e Ismael Cortés). Los de Unidas Podemos lo han hecho "por la democracia y los derechos sociales".

Carta del PP a Batet

La semana pasada, a través de una carta de la portavoz Cayetana Álvarez de Toledo a la presidenta del Congreso Meritxell Batet, el PP pidió que no se aceptaran fórmulas "no válidas" de acatamiento de la Constitución. No obstante, ya desde un buen principio, la presidenta de la cámara baja se desentendió. Finalmente las ha permitido, amparándose en la doctrina del Tribunal Constitucional.