Carme Forcadell y Dolors Bassa han admitido estar "desesperadas y decepcionadas" después de la decisión del juzgado de vigilancia penitenciaria de retirarles el tercer grado. Las republicanas han criticado la revocación y han asegurado que no han cambiado las condiciones con respecto a hace medio año, cuando el juez sí que les avaló el tercer grado, y han subrayado que no entienden la decisión judicial.

Al ser preguntadas por el indulto que plantean sectores del Gobierno después de que desde Unidas Podemos y parte del Gobierno se haya apostado por la vía del indulto, Bassa y Forcadell han pedido que "dejen de anunciar cosas" y pasen a los hechos. "Si tienen que hacer alguna cosa, que la hagan, pero que no lo anuncien más", ha dicho Forcadell, que ha pedido que "no tengan esta crueldad de ir diciendo y anunciando para después no hacer nada", en una entrevista en RAC1.

Por su parte, Bassa se ha pronunciado en la misma línea y ha dicho que por parte del ejecutivo "siempre hay palabras, pero nunca jamás ningún hecho". "Nada de lo que nos digan es creíble, están jugando con los sentimientos de nuestras familias, amistades y entorno", ha lamentado.

"No lo entendemos"

En relación a la revocación del tercer grado, Bassa ha remarcado que cuando les otorgaron el tercer grado todavía no habían cumplido una cuarta parte de la pena, mientras que ahora ya sí que ha llegado. "No lo entendemos mucho, pero ya sabemos que contra el movimiento independentista todo es diferente", se ha quejado. "Ahora nos toca aguantar, volver a entrar y aguantar la represión", ha añadido.

Después de que el juzgado haya argumentado que el Supremo considera que el tercer grado es "prematuro", Forcadell ha dicho que "no lo entiende mucho". Según la expresidenta, "si el juez cree realmente" que tienen que estar en tercer grado, tendría que mantenérselo y esperar a que el Supremo lo revoque. En este sentido, han admitido que esperaban que el TS lo acabara retirando, pero no que lo hiciera el juzgado de vigilancia penitenciaria.

¿Qué dice el juez?

La resolución hace referencia de nuevo al hecho de que Forcadell y Bassa no han modificado su conducta delictiva: "Carece de modificación de aquellos rasgos de la personalidad directamente relacionados con la actividad delictiva tal como exige el art. 65.2o de la LOGP, porque la interna continúa considerando que los hechos por los cuales ha sido condenada no son constitutivos de delito". Y que todavía no se puede garantizar que se hayan cumplido los objetivos de "reeducación y resociabilización".

"Tampoco el reconocimiento de hechos, o detección de factores de riesgo, a pesar de ser loables para el buen resultado del tratamiento, tienen que ser la única finalidad, refleja la Sala, ya que el tratamiento penitenciario, como conjunto de actividades hacia la reinserción y reeducación, no es ajeno a los delitos objeto de la condena," añade la resolución.

Imagen principal: Dolors Bassa y Carme Forcadell / Sergi Alcàzar