La exconsellera Dolors Bassa (ERC) defiende un "Govern de izquierdas" que simbolice el 3-O de 2017, integrado por los republicanos, JxCat, comuns y CUP: "Hace falta que el futuro ejecutivo sea más amplio y tendría que reflejar el 3-O, que representa este aumento y suma del independentismo".

En una entrevista de este miércoles en Catalunya Ràdio, Bassa apuesta por "superar" la fórmula actual de un Govern con sólo Junts y ERC: "No lo podemos repetir, había muchas disputas y desavenencias", ha constatado. De hecho, Bassa ha añadido que no querría un Govern de ERC en minoría pero que, si tuviera que producirse, esperaría que las otras fuerzas de izquierdas dieran "apoyo estratégico" en términos de gobernabilidad y presupuesto.

Por otra parte, sobre el encarcelamiento del rapero Pablo Hasel, Bassa ha calificado la detención de "inaudita e inimaginable". "A pesar de los disturbios, que no estoy de acuerdo, que la gente vea que la libertad es un derecho me parece bien, los disturbios no", ha argumentado.

¿Una fórmula imposible?

Sin embargo, la fórmula de un Gobierno de vía ancho parece casi imposible a causa del veto cruzado -o no tanto cruzado- entre JxCat y comuns. Hoy mismo, la líder de En Comú Podem, Jéssica Albiach, ha vuelto a descartar compartir Ejecutivo con la formación del presidentPuigdemont. También ha añadido que no puede entender cómo ERC quiere repetir la formula de la legislatura pasada y pactar con los de Laura Borràs.

Pase lo que pase, todo parece asegurar que quien no formará parte del nuevo Govern será el PSC. Desde la Moncloa ya reconocen que el intento del candidato del PSC, Salvador Illa, será un fracaso y que los partidos independentistas serán capaces de entenderse. Según las fuentes del ejecutivo, no les queda más remedio que asumirlo y trabajar con el nuevo Govern de la Generalitat.

Otro partido incómodo, sobre todo con la situación actual después de los disturbios por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél, es la CUP. En una comparecencia este miércoles, los dirigentes cupaires han denunciado la "brutalidad policial tanto de la Policía Nacional como de los Mossos d'Esquadra". La CUP no veta a JxCat, pero pone como condición para pactar la creación de un organismo público e independiente que controle las actuaciones policiales y una comisión de investigación de la práctica policial.