Tres importantes barones territoriales del PSOE, Javier Lambán, Emiliano García-Page y Guillermo Fernández Vara -respectivamente, presidentes de Aragón, Castilla-la Mancha y Extremadura- estarían moviendo hilos para asegurarse sus respectivos gobiernos autonómicos pasadas las elecciones de mayo en una conjura con Ciudadanos que tendría, como contraprestación, la cabeza de Pedro Sánchez.

Así lo desvela hoy El Confidencial Digital, que asegura, citando fuentes de altos cargos del gobierno español y del PSOE, que se habría detectado esta "ofensiva" de presidentes autonómicos socialistas que iría encaminada a reconocer a la formación de Albert Rivera la categoría de "socio preferente" de cara a pactos postelectorales pasados los comicios de mayo.

La conjura beneficiaría a Ciudadanos, que podría entrar en varios gobiernos autonómicos y al mismo tiempo marcar distancias con Vox y reconciliarse con los socios europeos de Alde, que fruncen el ceño con el flirteo de Cs con la ultraderecha, mientras que los socialistas podrían desligarse de Podemos. El efecto Vox, precisamente, habría acelerado estas maniobras.

Pero para alcanzar estos objetivos hará falta un precio, que no será otro que la cabeza -política- de Pedro Sánchez, que se tendría que marchar, a la vez, de Ferraz y de la Moncloa. De hecho, el mismo Rivera habría dejado clara su disposición a gobernar España con el PSOE en un gobierno de coalición una vez celebradas elecciones generales, pero en todo caso se trataría de gobernar con el partido socialista que defienden los barones regionales, no con lo que representa a Pedro Sánchez.

El papel de Susana Díaz

Siempre según el medio mencionado, los principales impulsores de la conjura serían Lambán, García-Page y Fernández Vara, pero no sería del todo ajena Susana Díaz, que, si finalmente se descabalgada de la presidencia de la Junta de Andalucía, podría forzar su papel como secretaría general del PSA para presionar a Sánchez cuando Rivera quiera cobrar su precio en la conjura.