La fe de Isabel Díaz Ayuso en el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida es total y absoluta, incluso en medio del escándalo por las comisiones millonarias que se llevaron los empresarios Alberto Luceño y Luis Medina en la compra de material sanitario defectuoso. Aunque todos los ojos están fijados en el alcalde, que tiene una versión de los hechos con algunas lagunas importantes, la presidenta madrileña confía ciegamente en el alcalde, hasta el punto que "pondría la mano al fuego", por su compañero de partido y amigo. Así ha respondido Ayuso a una pregunta de la líder de la oposición a Madrid, Mónica García (Más Madrid), en el pleno de la Asamblea regional. Esta le ha reprochado "haber estado ocupada avalando gobiernos de la ultraderecha", en referencia a la presencia de Ayuso en la investidura del gobierno de Castilla y León, donde conviven PP y Vox, hecho que no le ha permitido tener tiempo "de posicionarse" en la estafa de los dos empresarios en el ayuntamiento de la capital. Por eso, le ha tirado tres preguntas muy concretas: ¿"Pondría la mano al fuego por el señor Almeida?, condena la estafa de los comisionistas?, Usted embargaría los Ferraris?"

Para García, "lo más grave no son solo los comisionistas sino el panorama en qué comisionistas, hermanos, primos, sinvergüenzas y granulas se mueven como peces en el agua". "Esto se llama 'comisioncaracia' y en la 'comisioncaracia' el riesgo se mide en la cantidad de selfies que te puedes hacer con un dirigente popular, los días que te puedes ir de caza o jugar a golf con algunos de estos selectos patriotas", ha reprochado.

Ayuso se defiende con la bandera de la libertad

Ayuso no solamente ha defendido Almeida, sino que ha aprovechado la intervención para ridiculizar a García, recordándole que un día ya le adelantó que se la encontraría a misa y que el tiempo le ha acabado la razón, porque la dirigente de Más Madrid "ha estado mostrando su lado más conservador". "Defendió incluso al Papa para criticarme a mí. Quiso cerrar los bares y la hostelería de Madrid y todavía se atreve a decirme que eso es lo que la gente quería que hiciera. Sí, se llama Madrid y se llama libertad y mientras se cumpla la ley, la gente en Madrid puede hacer lo que considere y no lo que Usted dicte".

Así, la presidenta madrileña ha asegurado que García "se piensa que su mundo es el mundo de todos, que su ley es la ley de todo el mundo". La líder popular ha defendido que Madrid "no es el lugar de los sinvergüenzas, borrachos, homófobos, que Usted describe siempre" sino que es "un territorio abierto, universal, divertido, mestizo, de contrastes". "En Madrid la gente viene a arriesgarse, a emprender, y lo hacen muchísimos inmigrantes que lo huyen de las dictaduras y gobiernos que Ustedes imponen. Homosexuales y transexuales que huyen del acoso en sociedad más pequeñas. A Madrid se viene a contratar y ser contratado, a hipotecar, a alquilar, a abrir negocios, a emprender... y este es el riesgo", ha justificado ante la estafa.