Isabel Díaz Ayuso ha sido la última víctima de las cartas con amenazas de muerte que han enfangado la campaña madrileña. Pero la candidata del PP, después de acusar a la izquierda de montar un "circo", ha querido quitarle importancia. En una entrevista este miércoles en Onda Cero, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha explicado que la carta en cuestión, interceptada en Sant Cugat, ya está a disposición judicial. Y ha reclamado que "no se le dé más vueltas", porque "quien hace estas cosas busca protagonismo". El resto de rivales políticos, empezando por el presidente español Pedro Sánchez y el candidato Pablo Iglesias, se han solidarizado con ella.

La candidata a la reelección no quiere darle "más vueltas". Por este motivo, ha rechazado el cordón sanitario a Vox que le ha reclamado el Gobierno. De la misma manera, tampoco se ha comprometido a firmar un "pacto contra la violencia y por la concordia", que ha propuesto el candidato de Ciudadanos, Edmundo Bal, al resto de formaciones madrileñas. "Es como firmar que no pegaremos a los niños en clase", ha puesto de ejemplo.

Desde ayer por la noche, los Mossos d'Esquadra investigan una carta amenazadora con dos balas dentro que iba dirigida a Isabel Díaz Ayuso. La policía catalana recibió el aviso a las ocho de la noche y está investigando la misiva, que fue interceptada en la oficina de Correos de Sant Cugat. Con todo, ahora mismo se desconoce la autoría y las motivaciones. El Ministerio del Interior también informó de una segunda misiva dirigida a María Gámez, directora de la Guardia Civil, con cuatro proyectiles. Fue localizada en Vallecas.

Un nuevo episodio de amenazas de muerte a políticos que se suma a los ya existentes contra dirigentes del PSOE y Podemos, así como altos cargos públicos. Primero fueron el ministro Fernando Grande-Marlaska, el exvicepresidente y candidato Pablo Iglesias y la directora de la Guardia Civil María Gámez, que recibieron cartas con balas en el interior. Este lunes fue la ministra de Industria, Reyes Maroto, quien recibió también una navaja ensangrentada, presuntamente enviada por una persona diagnosticada de esquizofrenia. Ahora ha sido el turno de Ayuso y, nuevamente, Gámez.

Refuerzo de la seguridad

Las amenazas de muerte de los últimos días han tenido consecuencias también en el Ministerio del Interior. Según ha revelado eldiario.es, después de una evaluación de la amenaza, el departamento de Fernando Grande-Marlaska ha puesto escolta a Ángel Gabilondo, Mónica García, Rocío Monasterio y Edmundo Bal, que no tenían dispositivos de seguridad personal. Por su parte, Isabel Díaz Ayuso y Pablo Iglesias, que sí que tenían, los han visto reforzados con motivo de la escalada.