La oposición de Vox ha impedido esta mañana que prosperara una declaración institucional del Parlament contra las agresiones homófobas, que se había impulsado a raíz del ataque que se produjo contra dos jóvenes durante el fin de semana en Barcelona. Las declaraciones institucionales del Parlament se tienen que aprobar por unanimidad, si no se consigue esta unanimidad, como ha pasado hoy, se limitan a ser declaraciones de la Junta de Portavoces.

La declaración ha sido propuesta por la presidenta del Parlament, Laura Borràs, al empezar la reunión. El partido de Ignacio Garriga ha reclamado que se recortaran dos párrafos del texto. Ante la negativa de los grupos a aceptar eliminarlos, no ha prosperado la declaración institucional.

El portavoz de Vox, Joan Garriga, ha argumentado desde la sala de prensa del Parlament que ya advirtieron que "no habría declaraciones institucionales si continuaba el cordón a Vox". "No nos gustan a Vox los coladeros ideológicos. No me pueden dar un papel al último momento", ha remachado.

El portavoz de Vox ha reprochado que el texto se ha planteado en el último momento y, a pesar de todo, se han mostrado dispuestos a consensuarlo asumiendo "una condena radical e inequívoca" contra las agresiones homófobas, pero eliminar las referencias a la Agenda 2030 y a lo que ha descrito como "políticas que son opinables" y "adoctrinamiento" desde las Administraciones.

Desvirtuar la realidad

El resto de grupos han rechazado la petición de Vox. De hecho, este debate ha centrado buena parte de la reunión. "La extrema derecha sigue desvirtuando la realidad, falseando los datos y no seremos cómplices de su estrategia", ha argumentado desde la sala de prensa del Parlament el portavoz socialista, Raül Moreno.

Una situación similar se produjo el pasado 13 de abril, cuando el posicionamiento del grupo de ultra derecha impidió una declaración a raíz del 50 aniversario del Primer Congreso Internacional Romaní.

Precisamente el acuerdo entre PSC, ERC, Junts, CUP y comunes para aislar la ultraderecha de la actividad parlamentaria incluía la posibilidad de que las declaraciones institucionales dejen de requerir la unanimidad para prosperar y sea suficiente con la mayoría cualificada.

Quince comisiones legislativas

No es este el único punto en que el peso de Vox en la cámara se vuelve a poner encima de la mesa. La Junta de Portavoces ha aprobado también hoy la creación de 15 comisiones legislativas, que reproducen el esquema de las 14 conselleries del Govern con el matiz que Agricultura y Acción Climática se han desglosado en dos comisiones.

Una vez el pleno del Parlament apruebe mañana la creación de las comisiones, los grupos tendrán que debatir el reparto de las presidencias y el resto de responsables de las mesas, lo cual volverá a plantear el debate sobre el protagonismo de Vox.

Los grupos independentistas de la cámara y los comunes consiguieron evitar que el partido de extrema derecha asumiera uno de los senadores de designación autonómica aplicando en el reparto una variante de la Ley de Hont conocida como fórmula Imperiali. Vox, que con 11 diputados es el cuarto grupo del Parlament, no escondió el rechazo por este reparto y anunció un recurso de amparo al Tribunal Constitucional.

 

En la imagen principal, el hemiciclo del Parlament / Sergi Alcàzar