El Consell per la República ha irrumpido en el medio de la batalla abierta entre ERC y Junts después de que los republicanos anunciaron el sábado que rompían las negociaciones con la formación de Carles Puigdemont y apostaban por un gobierno en solitario. El Consell, que se ha convertido en uno de los puntos centrales de las diferencias entre los dos partidos, ha hecho público un comunicado en que advierte que siempre ha querido contribuir a la unidad estratégica del independentismo, además de apelar a la responsabilidad y advertir que no apoyará ninguna acción que profundice en la división del independentismo.

El Consell explica que estas son las conclusiones de una reunión que celebró el domingo de manera extraordinaria ante el anuncio el sábado de los republicanos sobre la ruptura de las negociaciones.

En el texto, apela a "la responsabilidad de todos los liderazgos con el fin de estar a la altura, evitar divisiones y guerras internas del todo improductivas" y llama a dirigir las energías de manera constructiva a combatir la represión del Estado" y a hacer frente a la crisis económica, social y de derechos civiles que sufre Catalunya.

Ningún apoyo a divisiones

El Consejo, que ya anunció hace unas semanas su voluntad de reformularse para facilitar el acuerdo, insiste en que estará abierto a la inclusión de todos los actores que compartan los valores que defienden y al debate riguroso de todas las estrategias para alcanzar consensos. "En cambio, no apoyará nunca ninguna acción o propuesta que signifique o pretenda profundizar en la división interna del movimiento independentista, que violente los deseos de la mayoría de ciudadanos y ciudadanas que han reiterado en las urnas su deseo de libertad e independencia de Catalunya", advierte.

Asegura que en el marco de las conversaciones bilaterales que ha mantenido con los partidos ha mostrado la voluntad de introducir los cambios que fueran necesarios para facilitar el acuerdo y que reiteró esta disponibilidad en una reunión conjunta con los partidos y entidades el 4 de mayo.

"En todas estas reuniones se puso de manifiesto de manera explícita que la función del Consell per la República no es, ni puede pretender ser, tutelar la presidencia ni los gobiernos autonómicos", asegura, insistiendo en que su objetivo es ser una "institución republicana" en que partidos y entidades elaboren de manera conjunta la estrategia unitaria y la confrontación con el Estado.

La verdadera tutela

En el comunicado, reitera que el Consejo "no es ni será nunca el enemigo de ningún actor independentista, ni se erigirá en escollo para evitar ningún pacto de gobierno y siempre ha pretendido formar parte de la solución que resuelva la evidente falta de estrategia unitaria". En este punto, el texto lanza una respuesta a las acusaciones de ERC en el sentido de que el Consell pretende tutelar al president y advierte que es esta falta de estrategia la que dificulta hacer frente a la represión y "a la verdadera tutela sobre las instituciones autonómicas".

Este organismo impulsado desde Waterloo por los líderes independentistas en el exilio y presidido por Carles Puigdemont insiste en la voluntad en respetar los acuerdos a que lleguen los partidos sobre la formación del nuevo gobierno, reitera que el deseo de sus miembros habría sido la formación de un gobierno de todas las fuerzas independentistas del Parlament, que afianzara el compromiso con el 1-O y la legitimidad del Consell per la República.

 

En la imagen principal, los miembros del Consell per la República en Waterloo en una imagen de archivo / ACN