El bloque de la investidura se ha impuesto a la tentación sanchista de Ciudadanos. Este jueves, después del acuerdo del Gobierno con ERC, Inés Arrimadas se ha levantado finalmente de la mesa de negociación. La líder de la formación ha anunciado desde el Congreso que votarán en contra de los presupuestos generales del Estado, como ya lo han hecho esta semana aenla comisión de presupuestos. Una vez más, ha denunciado, Sánchez ha optado por la vía "radical" y las supuestas "contrapartidas al nacionalismo", que ha dicho que son "intolerables". Este voto en contra supone la victoria de Pablo Iglesias, que quería expulsar al partido de Arrimadas de la ecuación de los presupuestos. En cambio, Pedro Sánchez intentó inicialmente ampliar esta mayoría.

En rueda de prensa desde el Congreso este jueves al mediodía, Inés Arrimadas ha anunciado el voto en contra porque las cuentas públicas "no cumplen los requisito para que un partido de centro pueda dar apoyarlas". Ha señalado, por una parte, que las previsiones económicas "no cumplen las exigencias de los organismo internacionales"; por la otra, las "contrapartidas humillantes" a partidos como Esquerra Republicana o EH Bildu. "Estamos haciendo lo correcto y seguiremos haciendo lo correcto", ha defendido. El 'no' llega después de semanas y días intentado mantenerse sentado en la mesa de negociación a pesar de los reveses a sus condiciones, como la supresión de la inmersión lingüística.

"Había dos vías, una moderada y otra radical", ha defendido la líder estatal de Ciudadanos en referencia a Pero Sánchez. El presidente español, ha lamentado, "ha preferido coger la mano de Junqueras y Otegi que la mano de un partido moderado como Ciudadanos". Y ha recordado que no ha parado de tender la mano para esquivar los apoyos independentistas: "Nuestra mano tendida ha sido real. Nunca más podrán decir que estaban obligados. Esto ya no lo podrán decir".

La presidenta de Cs ha querido "acordarse" de los votantes socialistas que votaron a Pedro Sánchez cuando este decía que "nunca aceptaría los votos de los independentistas para la gobernabilidad de España". De la misma manera, se ha referido a las palabras del expresidente Felipe González este jueves, diciendo que se siente políticamente "huérfano".

A pesar de todo, Arrimadas no ha cerrado la puerta a futuras colaboraciones con el Gobierno y con el PSOE. A nivel estatal y a nivel europeo, autonómico y municipal, ha precisado. "Los españoles seguirán viendo que hay un partido que piensa en España y no piensa en su partido político", ha concluido.