El lunes Esquerra Republicana hizo públicas sus condiciones para un nuevo referéndum, basado en el precedente de Montenegro: 50% de participación y 55% de voto por el . Una propuesta que fue rechazada pocas horas más tarde desde La Moncloa, rebatiendo que no habría ninguna consulta a la población catalana sobre la independencia. Esta puerta en los morros ha marcado la sesión de control de este miércoles en el Parlament, con críticas del resto de formaciones independentistas. El president de la Generalitat, Pere Aragonès, les ha reclamado que no "se resignen ante la primera negativa" del Gobierno, que era esperable. Y les ha instado a remar en la misma dirección para forzar el Estado a permitir el ejercicio del derecho a la autodeterminación a través de un acto de claridad. De la misma manera, cuando se le ha criticado el resultado de la negociación del Código Penal, el jefe del Govern ha negado que se trate de "soluciones individuales" y ha defendio que se desmonta poco a poco la represión.

La pregunta de los exsocios de Govern ha sido una declaración de intenciones: "¿Cree que usted solo, sin consenso, con una evidente posición de debilidad, con solo 33 diputados, puede conseguir buenos resultados por Catalunya en las negociaciones con el Gobierno?". El jefe de filas de Junts per Catalunya, Albert Batet, ha lamentado que las negociaciones no han sido "excesivamente exitosas", sino que más bien "el resultado ha sido cero", como se ha "evidenciado" con la reforma del Código Penal que "mantiene la represión contra el 1-O". El dirigente juntero ha alertado de que con estas modificaciones "vamos hacia atrás" y ha lanzado una advertencia al mismo president de la Generalitat: "Usted, solo y débil, no saldrá adelante. Cuando más hemos avanzado es cuando hemos tenido una mayoría de este Parlament. Las soluciones personales y rebajas de penas no sirven para resolver el conflicto político". Y ha remachado: "No hicimos el 1-O para ser perdonados, sino para ser independientes". Pocos instantes después, el grupo de Junts ha registrado una petición de comparecencia del president Aragonès para que "dé todas las explicaciones sobre las negociaciones entre gobiernos para la reforma del Código Penal".

El president Aragonès ha respondido al contraataque: "Ustedes han criticado la negociación desde el minuto 1. Si tienen la oportunitat de mejorar un poco la situación actual, ¿se tiene que desperdiciar?". En este sentido, ha replicado que "con una actitud suya más dispuesta a ayudar podríamos conseguir más cosas". Dicho esto, el dirigente republicano ha negado que se trate de "soluciones individuales". Si bien ha admitido que "no llega a todo lo que querríamos", también ha señalado que "en una negociación no ganas siempre por 10 a 0". Dicho todo esto, Aragonès ha defendido que se ha conseguido derogar la sedición y que, con las modificaciones pactadas con el PSOE, "no hay ninguna situación de represión que esté peor de lo que está ahora", ni por el delito de malversación ni por los desórdenes públicos.

 

Esta reforma del Código Penal también ha sido abordada por Ciudadanos, pero en tono y contenido diametralmente opuestos. Su jefe de filas en el Parlament, Carlos Carrizosa, les ha acusado de "crear una nueva realidad" y de "aprovecharse de las ansias de poder de Pedro Sánchez" para "degradar el Código Penal para rehabilitar a Junqueras" y dejar a España “sin defensa ante quienes quieren fracturarla”. Aragonès ha respondido que la reforma busca acabar con una legislación "etérea" que abría la puerta a la "arbitrariedad". Y ha defendido que "organizar un referéndum nunca puede ser delito".

La CUP ha tirado por otra parte: la propuesta para un nuevo referéndum de ERC. La diputada Laia Estrada ha arrancado constatando que la "vía Montenegro" no ha tardado "ni medio día" en ser rechazada por el ministro Félix Bolaños. En este sentido, la parlamentaria anticapitalista ha constatado el consenso que hay en torno a un nuevo referéndum, pero ha avisado de que "el principal escollo no tiene que ver con los porcentajes, sino cçomo llegamos". Y ha remachado: "El conflicto lo tenemos con un Estado negando la mayor, negando el derecho a la autodeterminación. La única forma de salvar el escollo es la confrontación democrática, una agenda independentista amplia y la movilización sostenida y constante". Si no, ha concluido, "no va más allá de la retórica, el peix al cove y el pactismo".

El president de la Generalitat le ha respondido con una pregunta: "¿Ustedes se resignarán ante una primera negativa del Gobierno? Estoy convencido de que no se resignarán. Nosotros tampoco nos resignaremos". En este contexto, Pere Aragonès ha dejado claro que es una propuesta de referéndum de partido, pero que encaja en el acuerdo de claridad y sigue un precedente "reconocido por la comunidad internacional" y de forma pactada. "Somos conscientes de las dificultades, pero sabedores de las dificultades no tenemos que detenernos ni un solo momento en defender que tenemos el derecho a decidir libremente nuestro futuro", ha defendido. Ha interpelado los cuperos a no desmarcarse, instándolos a hacer propuestas que estará dispuesto a "escuchar y trabajar".

Presupuestos no más tarde de enero

Durante la sesión de control, el presidente de la Generalitat también ha insistido en la necesidad de aprobar unos presupuestos cuanto antes mejor y que su tramitación parlamentaria no se demore más allá del mes de enero. En estos momentos mantienen conversaciones y negociaciones con Junts per Catalunya, los comunes y el PSC, y los republicanos aspiran a cerrar un acuerdo a cuatro. "Son unos presupuestos de país que se tienen que poder aprobar cuanto antes mejor. Esta es nuestra voluntad, si no se producen dilaciones innecesarias", ha afirmado Pere Aragonès, que ha constatado cómo algunas reuniones "avanzan de forma significativa" y otras no tanto. En una intervención de tono muy bajo, el líder de la oposición, el socialista Salvador Illa, ha reprochado al Govern de ERC que "a veces avanza con una lentitud desesperante". A pesar de todo, ha defendido cocinar a fuego lento el acuerdo presupuestario para que sea "un buen acuerdo".

La situación de la lengua

Los comunes han puesto el foco en la situación del catalán, una "lengua minorizada que requiere acciones contundentes". Jéssica Albiach ha preguntado al president Aragonès si piensa venir al Parlament a explicar las 100 medidas acordadas en el Consejo Ejecutivo extraordinario el pasado 29 de nosembre. El president de la Generalitat ha respondido que el Pacto Nacional por la Lengua tendría que poder culminar el primer semestre del 2023, que "hay que actuar y con inmediatez" y que en esta línea van el centenar de medidas "transversales" adoptadas. Una de las que ha destacado ha sido la producción audiovisual o la formación en inmersión y multilingüismo para el profesorado de secundaria.

El nombramiento de Salvadó y el feminismo

En una sesión de control muy heterodoxa, también ha tenido cabida el nombramiento del dirigente republicano Lluís Salvadó como presidente del Port de Barcelona. El líder del PP, Alejandro Fernández, ha reprochado comentarios machistas que hizo Salvadó en unas conversaciones "grotescas" obtenidas a través de su teléfono pinchado y lo ha comparado con "Torrente después de un carajillo". Esto lo ha llevado a criticar la "hipocresía" de un Govern que se proclama feminista. Aragonès ha respondido que es un "elemento menor que forma parte de conversaciones privadas intervenidas y filtradas" y ha dejado claro que el Govern no las comparte. Y ha defendido tanto la valía e idoneidad profesional de Salvadó como las políticas feministas del ejecutivo catalán.