Se lo dijo por carta hace unos días. Y hoy Pere Aragonès ha puesto voz desde el hemiciclo del Parlament a la exigencia a Pedro Sánchez para que se deje de recomendaciones y decrete ya la obligatoriedad del teletrabajo "por razones de salud pública". Es, ha dicho, "un elemento fundamental" para reducir la movilidad y parar así contagios.

El vicepresident en funciones de president ha criticado la excesiva "cultura presencialista" instalada en las empresas y la administración pública que "frena" que se pueda implantar el teletrabajo. En este sentido, ha recordado al presidente español que es una medida que no puede "dejar a la voluntad de un acuerdo entre las partes". Es más, ha pedido a Moncloa que "si el Estado no lo quiere hacer, traspase la competencia" para que sea la Generalitat quien pueda obligar al teletrabajo en todas las actividades que puedan hacerlo.

Según ha señalado el vicepresident y candidato de ERC a la presidencia de la Generalitat, si el teletrabajo fuera obligatorio, habría menos movilidad y eso les permitiría relajar las restricciones en otros ámbitos de la sociedad.

Inyecciones trimestrales de ayudas directas

Paralelamente, Aragonès ha reclamado al Gobierno del Estado que inyecte más ayudas directas en los negocios y sectores afectados por las restricciones, ya que es quien recauda los principales impuestos y tiene más capacidad económica que la Generalitat. Al respecto, ha subrayado que está muy bien la iniciativa de los ERTO —que ha pedido prorrogar hasta el 30 de junio—, pero que con eso "no es suficiente", que lo que hace falta es que el dinero llegue directamente a los colectivos afectados. De hecho, se ha quejado de que mientras Alemania, Francia o Italia han adoptado medidas económicas por valor del 16% de su PIB, España sólo ha invertido el 5%.

Por su parte, el vicepresident se ha comprometido a "ir mucho más allá" de las ayudas que la Generalitat ha adoptado el último año, por valor de 867 millones. En cualquier caso, ha dejado claro que mientras Catalunya no sea independiente, "con lo que tiene la Generalitat no es suficiente, porque no tiene suficientes recursos ni suficiente soberanía".

Que todo el mundo se vacune

A pesar de la crudeza del panorama, Aragonès ha pedido "confianza en el futuro". Un futuro que toma forma de vacuna. Por eso, ha pedido a la ciudadanía "que se venzan los miedos y que todo el mundo se vacune" porque hacerlo "acerca la inmunidad de grupo".

Hasta ahora, Catalunya ha puesto 91.382 vacunas, una cifra que según el vicepresident demuestra que se ha cogido "velocidad y buen ritmo" después de las dificultades logísticas de los primeros días, cuando parte del material necesario para almacenar las vacunas quedó parado en la frontera francobritánica.