El sexto aniversario del referéndum del 1 de octubre de 2017 ha llegado este año en un contexto anómalo, marcado por la negociación en Madrid que busca investir a un presidente español. Después del fracaso de Alberto Núñez Feijóo, ahora es el turno de Pedro Sánchez que, si quiere mantenerse en La Moncloa, tendrá que reunir indispensablemente el apoyo de ERC y Junts. A diferencia de otras ocasiones, esta vez la formación de Carles Puigdemont se ha mostrado predispuesta a negociar con el PSOE a cambio de avances concretos en materia de autodeterminación y amnistía. Y esta actitud ha sido celebrada este domingo por el president de la Generalitat, Pere Aragonès, en su discurso institucional por el aniversario del 1-O.

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"Tenemos claros los objetivos: autodeterminación y amnistía. El cómo también es ahora un punto de coincidencia, que muchas otras veces nos ha hecho discrepar," ha reconocido. En una clara alusión a Junts, Aragonès ha aplaudido que "hoy somos más los que sentimos llamados a aprovechar la oportunidad" de negociar con el Estado, un escenario que para el republicano es un "pulso". "Esta es una noticia excelente", ha añadido. A pesar de reconocer que actualmente los posicionamientos de las dos principales fuerzas independentistas, de un lado, y los socialistas, del otro, distan mucho, para Aragonès los demócratas tienen que explorar y liderar este camino. "Con toda la convicción que es a través de la firmeza y de utilizar toda la fuerza democrática de la negociación, porque aquello que de entrada parece imposible se puede hacer realidad", ha remarcado.

En esta línea, Aragonès ha señalado que hay que saber "sumar, hablar y escuchar" entre los dos partidos y los otros actores del independentismo para constatar que "no estamos tan lejos los unos de los otros". La reciente experiencia en el Parlamento es uno de los ejemplos claros de esta complicidad que Aragonès ve renacida entre ERC y Junts. Republicanos y juntaires fueron capaces de sellar un acuerdo 'in extremis' para aprobar una propuesta de resolución que, más allá de la amnistía, elevaba el precio que tendría que pagar el PSOE para conseguir el apoyo de los independentistas a su investidura. El texto certifica que, si el Gobierno no acepta avanzar hacia permitir el ejercicio del derecho a la autodeterminación, Pedro Sánchez no volverá a la Moncloa. El entendimiento entre las dos formaciones ha sido así "una buena noticia" porque hacía "mucho tiempo que no se daba" y ha permitido constatar la posición conjunta, según el presidente de la Generalitat.

Un nuevo referéndum "reconocido"

Aragonès ha reivindicado la experiencia del 1 de octubre del 2017, si bien también ha estado claro a la hora de subrayar la necesidad de celebrar un nuevo referéndum, pactado con el Estado, que sirva para sustituir el de ahora hace seis años. "La amnistía por sí sola no resuelve el conflicto. La autodeterminación, el referéndum, se sitúa en el centro de la resolución del conflicto", ha remarcado. "La ciudadanía de Catalunya ha votado y quiere que su voto sea reconocido, quiere decidir el futuro de su país, votar con libertad sobre la independencia de Catalunya y decidir democráticamente". Desde la Generalitat, el president quiere emprender las acciones oportunas para alcanzar un referéndum que sea "reconocido" por el Estado para que su resultado "sea respetado e implementado".