En el primer debate de esta precampaña electoral, el president de Generalitat y candidato de Esquerra Republicana, Pere Aragonès, ha reprochado la ausencia de Carles Puigdemont, que ha sido sustituido por el número 3 de su candidatura, Josep Rull, a quien los republicanos ya se refieren como el candidato efectivo de Junts. "Me habría gustado que estuvieran presentes todos los cabezas de lista", ha apuntado Aragonès, palabras que no han gustado a Rull, que le ha reclamado más sensibilidad con la situación de Puigdemont. Horas más tarde, después de recibir críticas en las redes sociales por sus declaraciones, Aragonès ha contestado vía X, antes Twitter.

"Reitero la disposición para hacer debates, con todo el mundo y donde esté, también en la Catalunya Nord. Es bueno y necesario que el país conozca las propuestas y la visión de futuro de cada cabeza de lista. El president Puigdemont no quiere debatir. Si quisiera, sería tan fácil como poner hora y sitio. Porque eso no va de formato ni de lugares. Negarse a esta y a todas las alternativas, a pesar de poner todas las facilidades, evidencia que no hay ninguna voluntad", ha escrito Aragonès en las redes, después del debate de esta mañana del lunes. Junts ha optado por enviar el número 3 de la candidatura, por delante de Anna Navarro, el fichaje del partido para estas elecciones.

Los debates, al punto de mira

Las discusiones entre los partidos de cara a la campaña electoral han marcado estas primeras semanas de abril, ya que la situación de Carles Puigdemont en el exilio hace imposible su participación en los que se celebren en territorio español. Por eso mismo, Pere Aragonès propuso un debate electoral a tres con Puigdemont y Illa en la Catalunya Nord, donde desde hace semanas está instalado el candidato de Junts para confrontar sus propuestas de país. Illa se descolgó y Aragonès reiteró su propuesta, en este caso un cara a cara con Puigdemont, que él también ha rechazado, considerando que los dos partidos independentistas no tendrían que hacer un "cara a cara", sino trabajar "codo con codo".

Posteriormente, su partido pidió a la CCMA que el debate en Catalunya Ràdio y TV3 tuviera lugar en Perpinyà, en la Catalunya Nord, donde han reabierto recientemente su delegación. El jefe de campaña, Albert Batet, lo justificaba con el fin de garantizar "igualdad de condiciones" entre los candidatos a la hora de hacer el debate, "sin trabas técnicas que impidan o dificulten la plena expresión del president Puigdemont". Algunos de los partidos mostraron su negativa frontal a esta propuesta, mientras que ERC aseguraba verla con buenos ojos, reiterando que Aragonès está dispuesto a debatir allí donde esté y en todos los formatos.