El líder histórico de Izquierda Unida y del Partido Comunista de España (PCE), Julio Anguita, que ha muerto este sábado después de una semana ingresado en el hospital por una parada cardiaca, reconoció que la existencia de los presos políticos en Catalunya.

Anguita criticó al juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena después de que este los suspendiera como diputados del Parlament sin, todavía, haberlos juzgado. "La suspensión de los presos es una indignidad democrática", aseguró el año pasado.

El líder de Izquierda Unida afirmó que en el momento en que se habla de estado de derecho, hay que respetarlo y que no había ningún argumento para suspenderlos ya que habían sido escogidos por el pueblo y su función, antes del juicio, tendría que haber sido la de cumplir sus tareas en la cámara.

El político comunista consideró que Llarena se había dado cuenta de que el delito de rebelión no tiene aceptación ni dentro ni fuera del Estado" y que lo que había en Catalunya era un "juicio de intenciones", es decir, "una persecución política".