La sección territorial del Assemblea Nacional Catalana (ANC) en Tarragona se ha visto forzada a bajar la persiana ante la imposibilidad de encontrar a nadie para relevar a la dirección, según ha adelantado el diario Més Tarragona este jueves. Después de que se hayan producido un conjunto de dimisiones, esta sección territorial se ha visto obligada a cerrar. Sin embargo, la dirección nacional de la entidad tiene la intención de convocar unas nuevas elecciones al secretariado territorial y reactivar la actividad en Tarragona. En el Camp de Tarragona quedan activas las sectoriales de Reus, que ha incorporado la del Priorat, y Valls.
Agustí Ferrer, coordinador en funciones de la ANC, ha declarado que "mucha gente se dio de baja" después de las últimas elecciones. La sectorial tenía 430 socios, pero en una última reunión solo acudieron 17 personas y ninguna con la intención de asumir el liderazgo. Ferrer, militando en la entidad desde el 2012, justifica la situación actual por las desavenencias con la actual dirección y por el hecho de que haya habido demasiado seguidismo de la estrategia de los partidos políticos.
Esta crisis en Tarragona trasciende el mismo día que se ha sabido que una veintena de cargos de la ANC, entre los cuales el exvicepresidente del Parlament Josep Costa, han roto con la entidad. La ruptura se ha producido en medio de denuncias sobre la absorción de la entidad por parte de lo que los críticos denominan "el establishment político" independentista. Este paso se ha anunciado a través de un comunicado, en el cual cargan contra la "dinámica de inacción".
Los críticos, molestos con la dirección nacional
Los críticos de la entidad, que preside Lluís Llach, sostienen que para remontar la situación de "crisis" en la cual estaba inmerso el independentismo catalán después de la pérdida de la mayoría en el Parlament por primera vez desde el inicio del procés y por la ley de amnistía, hacía falta revertir la situación centrándose "en la defensa de la vía unilateral y la denuncia de los pactos políticos con el Gobierno" con "resistencia" y "desobediencia civil", a la vez que apostaban por renovar liderazgos y regenerar el movimiento. Con todo, consideran que no solo eso no se ha cumplido, sino que la dirección "ha impuesto unos objetivos diferentes" y ha llevado a un "bloqueo" por el "incumplimiento" de propuestas o por el "fracaso" de su ejecución.
Esta crisis se produce en las puertas de una nueva Diada el próximo 11 de septiembre. Este jueves las entidades han convocado la manifestación del 2025. La manifestación será una vez más descentralizada y tendrá tres sedes: Barcelona, Girona y Tortosa a las 17:14 horas. El lema de que han presentado la ANC, Òmnium Cultural, el Consell de la República, lo Associació de Municipis per la Independència, la Intersindical y el CIEMEN, que se han vuelto a unir en la organización de esta manifestación en un ejercicio para dar ejemplo a los partidos, es "más motivos que nunca, independencia". Con este lema quieren reivindicar que en un momento en que los socialistas mandan en buena parte del país y también al gobierno del Estado, las razones para salir a la calle el 11 de septiembre son más que vigentes, empezando por la defensa de una lengua catalana que sufre ataques sistemáticos.