Llama la atención el poco afán de las portadas de Barcelona con la tocada de narices (Rufián dixit) del gobierno español a Esquerra Republicana a costa de las cuotas para la lengua catalana (para las lenguas cooficiales, vaya) pactadas en la ley del audiovisual. La Vanguardia, por ejemplo, prefiere abrir con los pactos presupuestarios de la región de Madrid entre Isabel Díaz Ayuso, del PP, y Vox. Se hace difícil adivinar el criterio por el que el diario de referencia de Catalunya otorga prioridad a los presupuestos madrileños por encima de los estatales, más cuando la lengua catalana es protagonista. Puede ser desinterés por el catalán, por ERC o tal vez consideran que hablar demasiado debilitaría el "diálogo con Madrid", resucitado por los poderes mágicos del Rey. Cabe decir que este diario ha marcado de cerca las relaciones del PP con la extrema derecha y no es la primera portada en que expone los pactos de unos y otros con un deje de disgusto. Se hace extraño igual porque lo sabía todo el mundo y era profecía que Ayuso necesitaba los votos de Vox. Ya puestos, quizás es más noticia lo que se dice en el subtítulo: la presidenta rechaza los votos del PSOE, que quería ahorrarle las relaciones peligrosas con Vox.

El Periódico da el mejor espacio de portada a la tragedia de la vivienda ocupada de Barcelona —cuatro muertos, dos de ellos menores, en un incendio. En el título de debajo dice que el gobierno del PSOE y Unidas Podemos ha engañado a ERC escondiéndole la letra pequeña de la ley del audiovisual para conseguir su voto a los presupuestos y, sólo después ha revelado que el pacto no podía ser. Ara abre con el asunto, pero por los cambios en la ley del audiovisual y no tanto por la amenaza de ERC.

Chirrían un poco los títulos de La Vanguardia y de El País: ERC cuestiona su apoyo al gobierno central por el catalán en Netflix y HBO. Cualquiera no catalán que los lea pensará que ERC pide una enormidad, una exageración: obligar a Netflix, HBO y otras plataformas a producir en lengua catalana, imponiéndola coactivamente y forzando a las empresas privadas, de manera antieconómica, etcétera. Como si fuera una manía, una locura, un capricho de cacique. En realidad, Esquerra pide al gobierno español que encuentre la manera de dar a la lengua catalana un trato equiparable al de la española. ¿Por qué no debería ser así? ¿Por qué suena tan extraño? ¿Quién tendría que hacerlo, pues? ¿La Unesco? ¿Dónde pagan impuestos los catalanes? Hace unos días, El Independiente, un digital con sede en Madrid, informaba en tono medio escandalizado que "La cesión del gobierno [español] con la lengua catalana obliga a Netflix, HBO y Amazon a doblar más de 1.500 películas y series". Cesión. Obliga. ¿Es que la directiva europea y la ley española que la invierte no "obligan" a producir en lenguas europeas? ¿O sólo lo aconsejan o lo recomiendan? ¿El catalán no es una lengua europea?

Este panorama encaja exactamente en el retrato que hizo Joan Solà, que Dios tenga en su gloria, en La Paraula, su discurso en el Parlament de julio de 2009 (pdf). "Me refiero —decía el eminente filólogo— a la actitud secular de la inmensa mayoría de los españoles monolingües hacia la diversidad de todo tipo, y concretamente hacia la diversidad lingüística. La ideología estatal ha sido monolítica en este punto: se ha extendido de mil maneras durante los últimos siglos y ha creado o reforzado un sentimiento adverso, a menudo de rechazo claro. Lo sabe todo el mundo y todos lo decimos con la boca pequeña y con pena profunda: los «españoles» no aceptarán nunca que los vascos, los gallegos y nosotros hablemos otra lengua". Si nunca has leído ese discurso entero, vale la pena. Són cinco minutos.

BOLA EXTRA. El Mundo dice que "El gobierno [español] descarta volver a las restricciones por ómicron", mientras La Razón explica el mismo hecho diciendo que "Moncloa no tiene un plan B jurídico para la sexta oleada". Ya ves. Y tú, ¿ya tienes un "plan B jurídico" para la sexta oleada?

LV

La Vanguardia, portada

EPC

El Periódico, portada

EPA

El Punt Avui, portada

AHORA

Ara, portada

EP

El País, portada

ME

El Mundo, portada

ABC

ABC, portada

LR

La Razón, portada